Parada ataca a Carmen Sevilla: "No era tan buena, hizo golferías a mucha gente"
José Manuel Parada acude a 'Viva la Vida' para hablar de uno de los mitos vivientes del cine, Carmen Sevilla, pero no le perdona que ocupase su lugar en 'Cine de Barrio'
Carmen Sevilla ha sido y es una de las personas más carismáticas, reconocidas y queridas del cine español. Su buen hacer cinematográfico y televisivo desde la década de los 50 le ha hecho ganarse la simpatía de muchísima gente. Ahora su delicado estado de salud -gravemente enferma de Alzheimer- la tiene postrada en una cama de una residencia especializada y comiendo a través de una sonda gástrica. A sus 88 años da sus últimos suspiros de vida en compañía de su único hijo y sin conocer a nadie.
Como toda gran estrella que se precie, también tiene sus detractores. Uno de ellos es un antiguo amigo suyo, José Manuel Parada. El presentador acudió al plató de ‘Viva la Vida’ para hablar de la artista. Lo hizo junto al productor Moncho Ferrer, gran amigo de la actriz y que deshizo en elogios a Carmen.
José Manuel Parada, en Viva la Vida / Telecinco
Todo lo contrario que el que fuera conductor de ‘Cine de Barrio’, que sorprendió a todos con unas declaraciones que han levantado una gran polvareda: «Tú hablas como amigo pero no eres objetivo, hay quien la conoce y no tiene esa opinión. No era tan buena. Contigo era así pero no era así con todo el mundo».
Estas palabras no gustaron nada al público del plató y Parada quiso matizar: «Cuando uno está en la profesión tiene amigos y enemigos. Ha hecho muchas golferías a mucha gente. Ella sabía muy bien cuando había una cámara delante y y decir qué buena soy pero no es verdad, sentenció. Parada tiene clavado que ocupase su lugar en ‘Cine de Barrio’sin su conocimiento: «Me mintió totalmente; me dijo que no presentaría el programa hasta el último momento».
Pese a la tensión existente entre ellos, Parada desveló que después de mucho tiempo enfrentados se reconciliaron en el velatorio de Rocío Dúrcal, en marzo de 2005. Según su testimonio, «me pidió perdón de rodillas muchas veces».