Omar Montes ‘el embustero´
El vídeo de la pelea callejera protagonizada por Omar Montes es una burda operación de márketing del artista, una mentira, un montaje, un fraude. Omar se gana muy bien la vida y es el mejor inventando historias lamentables.
No pretendo llevarle contraria George Steiner y su “lo que no se nombra no existe”. En la televisión ocurre tal cual, y es cierto también que no hay que dar pábulo ni a los fraudes ni a los embusteros, porque alimentas su mentira y resulta una estafa para el lector o televidente. Sin embargo, si hoy hablo de Omar Montes es para presentarlo como un embustero con éxito, listo, muy astuto, pero casi que no. No todo vale, chico. Este miércoles aparecía en los medios una noticia sobre una pelea callejera en la que el famoso cantante aparecía en plena agresión y con la cara ensangrentada. El vídeo, aparecido en redes sociales, fue reproducido por varios medios y Omar catapultado a los titulares de inmediato. Hacía tiempo que no sabíamos mucho de él. Lo vi en el Programa de Ana Rosa, que ha vuelto a las pantallas tras las vacaciones de verano y que inicia su decimoséptima temporada. Vi el vídeo, y las imágenes y no me extrañó demasiado. Hubiera sido raro verlo en la cola del Thyssen o del Prado. En una nueva “movida”, no tanto. Este joven que conquistó la pantalla de televisión cuando comenzó a verse y a salir con Isa Pantoja, se ha posicionado con éxito en lo suyo que es cantar, ¿sí?; digamos que es interprete de reguetón y trap y arrasa entre los más jóvenes. Y no me extrañó porque es, ante todo, un showman.
De origen sencillo y vecino del madrileño barrio de Pan Bendito, Omar Montes ha conseguido en los dos últimos años situarse en el número de las plataformas digitales y ha sido el artista más escuchado hasta que el pasado lunes la cantante Aitana le arrebatara el oro en ese podio, según me cuentan. La cosa empieza a flojear un poco, menos conciertos, mala época de pandemia y … Omar se pelea en plena calle. Imágenes impactantes de su cara ensangrentada. Me pongo al habla con el responsable de la discográfica con la que trabaja Omar y me da por respuesta que este jueves emitirán un comunicado para explicarlo todo. Se llama estirar el chicle o alargar el show, aunque todo sea mentira.
El vídeo es una burda operación de marketing y promoción del artista que, además, se descubre como tal en menos de 24 horas. La pelea es un montaje, una mentira, un fraude. Sus amigos lo sabían desde el principio. La sangre, también falsa y el buen rollo de Montes, pura fachada. En las distancias cortas es agradable en el trato, sonríe siempre – incluso cuando le molesta lo que le dices- y se ha ganado un aprecio social que no sé yo si, a estas alturas, se ha construido también con falsas verdades y supuestas realidades. ¿Es cierto que ayuda a la gente que lo necesita en su barrio, que da de comer a los vecinos porque le sale del corazón, o es un camelo más del chico que enamoró a Isabel Pantoja, incluso después de que su hija lo dejara con él? Dicen que robaba pañales para su hijo cuando la fama no había tocado a su puerta y ahora revienta las listas de los más escuchados, se gana muy bien la vida y es el mejor inventando historias lamentables.
En cuanto la cámara lo captó en sus primaras apariciones en televisión, él supo que ese sería su camino. Dos realitys se lo pusieron en bandeja: un GH Vip 6 para no recordar por sus modales -antítesis cómo hay que comportarse con una chica- y Supervivientes 2019 en el que resultó vencedor y aliado número uno de Isabel Pantoja, la protagonista absoluta de la edición del pasado año, le confirmaron como uno de esos personajes que sin dar mucho palo al agua se encaraman al éxito y está, de pronto, en todas partes y ganando un buen dinero. Cuando rompió su relación con Isa Pantoja ya se habló de un surrealista encuentro con su pareja hasta entonces, en compañía de 6 amigos, con nocturnidad y presunta alevosía, en el que nunca quedaron claras sus intenciones. ¿Fue como un matón a ver su chica, en esos momentos ya filtreando con Asraf, su novio actual, y forzando la puerta y las formas aquella noche de enero de 2019 en Granada? Siempre negó que fuera “en plan mal”, como él mismo me dijo en su momento. Le gusta el coqueteo con las cámaras y vivir al límite, al parecer. En 2018 ya aparecía en un videoclip de un tal Julio El Feroz, boxeador, en el que ambos se peleaban. ¿Les suena? Así que no es la primera vez que el de Pan Bendito juega con estas cositas de peleas falsas y utilización de la agresividad y violencia. Aquel videoclip se descubrió como el lanzamiento promocional de la canción Morena. Ahora, Omar vuelve a jugar. Poca imaginación. Es… ¿repugnante?