Celia Flores, hija de Marisol, desolada en el tanatorio de Massimo Stecchini, marido de su madre
La pérdida de Massimo Stecchini ha sido una noticia inesperada para todos sus familiares y amigos
Celia Flores, la hija de la conocida Marisol, está atravesando un difícil duelo
Massimo Stecchini, marido de Pepa Flores (popularmente conocida como Marisol), fallecía el pasado domingo a los 63 años a causa de un infarto en su vivienda de Málaga. Su repentina pérdida ha pillado por sorpresa a su círculo más allegado de familiares y amigos, quienes no han dudado en trasladarse hasta el tanatorio Parcemasa para darle su último adiós. Aunque por ahora, no hemos podido ver a la cantante en los alrededores de las instalaciones, lo cierto es que sus hijas sí que lo han hecho. Celia Flores, una de ellas, se ha dejado ver visiblemente afectada tras la muerte de Massimo.
Pese a la presencia de las cámaras, Celia se ha mostrado desolada, mientras se arropaba de sus seres queridos en un momento muy duro que le obliga a despedirse del hombre con el que su madre ha vivido sus últimos años. Los presentes no han dudado en apoyar a la hija de Marisol en la medida de lo posible, a través de abrazos y gestos de cariño que pudieran hacerla sentir mejor en este trágico momento.
Celia, Tamara y María Esteve nacieron fruto de la relación de Pepa Flores y Antonio Gales, pero la llegada de Massimo Stecchini a la vida de su madre no fue un impedimiento para ellas a la hora de forjar una especial relación con el hombre que ha compartido con la actriz sus últimos años. Le consideran como un segundo padre en muchos aspectos y siempre se han mostrado muy agradecidas y orgullosas de la felicidad que siempre ha irradiado su madre al lado del italiano. Pepa Flores decidió desvincularse de la vida pública hace más de tres décadas y, desde entonces, siempre ha sido Massimo el que ha dado un paso al frente cuando era necesario hacer cualquier tipo de declaración frente a los medios, defendiéndola y apoyándola en su decisión de retirarse de todo lo mediático. Precisamente ese apoyo incondicional que siempre ha mostrado hacia Pepa ha podido ser uno de los motivos por los que sus hijas le aceptaron como uno más de la familia.
No obstante, mientras que sus hijas, especialmente Celia, han reflejado frente a las cámaras el duro momento por el que atraviesan tras tenerse que enfrentar a la despedida inesperada de Massimo, Pepa Flores, por ahora, ha preferido ausentarse del último adiós de su marido. De momento, no ha habido rastro de la cantante en el tanatorio donde se han reunido todos los familiares y amigos del fallecido. La intérprete habría preferido llevar el duelo con la mayor discreción posible, siendo fiel al hermetismo con el que siempre ha vivido su historia de amor con el empresario.
Aunque era muy habitual verlos pasear juntos, compartiendo complicidad por las calles de Málaga (la ciudad donde la conocida Marisol decidió retirarse de la fama), lo cierto es que la discreción siempre ha sido uno de las aspectos más protagonistas de su relación, la cual comenzó en 1988 tras la separación de la actriz con Antonio Gades, padre de sus tres hijas.