La lucha del chef José Andrés para que todos puedan comer durante la crisis sanitaria
El cocinero español está distribuyendo comida y bebida a los sectores más desfavorecidos de ciudades estadounidenses como Nueva York y San Francisco. Y no se olvida de Madrid.
Quizás su nombre aquí en España no sea tan conocido como los imponentes Joan Roca, Juan Mari Arzak o Ferran Adrià, pero el chef español José Andrés ha montado su imperio en Estados Unidos, país en el reside desde hace muchos años con su familia y en el que se encuentra nacionalizado. Su espíritu solidario lo lleva involucrando en diversas iniciativas solidarias desde hace tiempo a través de su fundación ‘World Central Kitchen’ y esta vez, ante la exigencia sanitaria que está poniendo en jaque al mundo, tampoco se iba a quedar parado. El cocinero ha querido ayudar haciendo lo que mejor sabe, alimentar a los estadounidenses más vulnerables, consciente de que el Gobierno no llegará a ellos. Y no, tampoco se olvida de Madrid.
El cocinero se ha propuesto que nadie se quede sin comer ni beber durante el tiempo en el que el coronavirus siga expandiéndose por el mundo. Su acción va dirigida a los barrios más necesitados de ciudades estadounidenses como Nueva York o San Francisco, en los que a través de la fundación reparte comida y bebida. Sus menús también han llegado hasta los ciudadanos confinados en barcos como el Diamond Princess y Grand Princess y su acción solidaria también ha llegado hasta la capital España.
Uno de los aspectos más loables es el récord de tiempo en el que está consiguiendo llevar los menús hasta los que más lo necesitan. Hace dos semanas que José Andrés anunció que cinco de sus restaurantes distribuidos entre Washington y Nueva York se iban a convertir en cocinas comunales y tan solo 10 días después ya estaban repartiendo comida por los barrios más desfavorecidos a través de 160 puntos. Además, el echef complementó esta labor con el reparto de mascarillas.
El cocinero español ha sido portada de la revista ‘Time’ por esta acción y ha declarado que estarán en las trincheras hasta el final: «El gobierno no va a cubrir una crisis de tanta magnitud como esta; las grandes ONGs no van a cubrir todo. Ya hemos sido los primeros en las líneas de salida. Y creo que seremos los últimos en abandonarlas. Siempre es así». Pero no es la primera vez que el chef ofrece su ayuda cuando la tragedia golpe al mundo. Su fundación alimentó a miles de personas afectadas por los terremotos, las inundaciones y los incendios en California y Puerto Rico durante 2018 y esto le valió la nominación al Nobel de la Paz este años. No lo ganó, pero tiempo al tiempo.