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Fin del cisma familiar

Kiko Rivera, reconciliación con Isabel Pantoja y estrategia secreta

Si ayer escribía que Kiko Rivera e Isabel Pantoja, reconciliados con un sentido abrazo en Cantora tras la muerte de la abuela Ana tres semanas atrás, volvían a la casilla de salida, me reafirmo. Y no se trata de insistir en una mera opinión sino de datos que me llegan y van nutriendo mi información de manera que, aunque todo es posible en esta vida – y más en el genuino universo Pantoja- no creo equivocarme. Queda mucho por hacer. Aquel abrazo que el propio Kiko Rivera describió como “el más todo” de su vida ha conseguido romper el hielo entre madre e hijo después de un año de largo silencio y ruptura. Es, sin duda, lo más importante. Nadie entendía cómo madre e hijo podían protagonizar en los medios una guerra tan disparatada. A la retahíla de reproches de Kiko en su primera entrevista en Sábado Deluxe hace ahora justo un año, Isabel contestaba esa misma noche. En esa llamada telefónica comenzó la inexplicable batalla entre dos personas que se adoran. La muerte de la abuela Ana les ha unido de nuevo y ojalá consigan que ese primer abrazo no se desvanezca.

Isabel Pantoja y Kiko Rivera/Gtres

Sin embargo, la calma de aquella noche en la que abrazó a su madre no parece que le haya hecho recuperar la paz completa. Se muestra enfadado con el mundo y, como no tiene filtro, se desboca con facilidad. La contradicción le ronda y los impulsos le dominan, tanto que, tras estallar en redes contra otros miembros de su familia y medios de comunicación, ha decidido borrar todas sus publicaciones. Blanco y negro; todo y nada.

No, creo que la reconciliación completa, bienvenida siempre, está aún verde. Sus pasos durante en el último año se han encaminado a averiguar cómo han gestionado realmente su herencia paterna tanto su madre como su tío Agustín. El trasfondo del conflicto, después de todo, es dinero puro y duro. Volver a sentir a su madre cerca le ha hecho recapacitar, reconocer sus errores y tratar de recuperar la relación. Isabel Pantoja ha debido pasar un año difícil viendo como su hijo se alejaba y la descalificaba públicamente. La artista no supo acabar con el disparate y tampoco supo más que enrocarse ella también en su actitud pasiva, Cantora intramuros. Cuidar a la abuela Ana era la principal razón para no salir de la finca y, quizá, también la perfecta excusa para no afrontar la situación con su hijo, coger el coche, ir a verlo y aclarar las cosas. Cero explicaciones.

La denuncia de Kiko contra su tío Agustín Pantoja sigue interpuesta / Gtres

La indignación de Kiko crecía día a día a medida que iba descubriendo todo aquello que desconocía, sobre quién y cómo han gestionado su herencia durante más de 30 años. Nunca se preocupó; confiaba plenamente. Y descubrió lo suficiente para denunciar a Agustín Pantoja. Según mi información, el abrazo con su madre no lo borra todo, al menos de momento. La denuncia sigue interpuesta y en fase de instrucción en el Juzgado de Chiclana. Sí, cierto es que Kiko ha declarado que “se la quitaría” (a su tío) con tal de recuperar a su madre. Nadie la ha retirado ni la van a retirar, por ahora. Hay varias diligencias pendientes según he comprobado en el juzgado. Varios testigos detallaron ante el juez los movimientos con los que se podría demostrar tal perjuicio. Contratos y documentos lo demuestran, también, según me aseguran. Kiko sabe que su tío le ha perjudicado y cómo. No tiene nada que ver con la venta que hizo Isabel Pantoja de varias fincas de Cantora cuando él tenía solo 8 años, en 1992. La cantante pidió permiso a un juez para vender la parte de su hijo y el titular del Juzgado número 6 de los de Familia de Sevilla autorizó la operación; eso sí, con la condición de que se cumpliera el fin para el que se solicitó la venta de varios predios rústicos de la finca que no era otro que “levantar la carga hipotecaria que soporta la totalidad” (de la finca) y que, en caso de excedente tras la venta, ese dinero se ingresara en una cuenta corriente o cartilla a nombre del menor (Francisco José Rivera Pantoja). Lo contamos en primicia en el Programa de Ana Rosa en diciembre pasado. Nada que ver con lo que ahora reclama Kiko.

Isabel Pantoja no ha vuelto a ver a su hijo y con Agustín la situación no ha cambiado / Gtres

Madre e hijo no se han vuelto a ver desde la madrugada del 30 de septiembre, hasta donde sé, aunque sí han hablado. El dj se conforma con que liberen de cargas y deudas su parte de Cantora, pero las investigaciones sobre su tío Agustín siguen su curso. Si finalmente retira la denuncia, puede que el fiscal actúe de oficio. Desde Chiclana me llega que ha demostrado “mucho interés” en el caso. Kiko, por ahora, no ha movido ficha. Entiendo que quiere llegar hasta el final. Hasta el último momento antes de juicio puede retirar la denuncia. Pura estrategia.

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