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La etapa más oscura

Kiko Rivera, más sincero que nunca sobre sus adicciones: “Estoy vivo de milagro”

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Un miércoles más, Kiko Rivera ha compartido una etapa de su vida en la revista ‘Semana’. Tras asegurar en el primer capítulo que no se fiaba de su hermana Isa, en esta ocasión el dj ha hablado de su etapa más oscura, la de su adicción a las drogas, que por poco terminan con su vida en todos los aspectos. El hijo de Isabel Pantoja, que tiene ahora 35 años, comenzó a consumir cuando todavía no había cumplido la mayoría de edad, con 17 años durante su primer bolo.

Si bien aquella oferta laboral supuso un gran desahogo económico para él, que tenía deudas con un amigo, también fue el principio del fin. “Cuando regresé a Madrid después de ese primer bolo que había hecho en Castellón ya no tenía el dinero que había cobrado (25.000 euros). Lo despilfarré todo en un fin de semana porque era la primera vez en mi vida que tenía dinero de verdad. ¿Se puede gastar 200.000 euros en un mes? Pues sí, se puede”, cuenta Kiko en ‘Semana’.

Kiko Rivera en una imagen de 2013 / Gtres

Y así estuvo durante varios años, aceptando hasta cuatro y cinco bolos semanales que, aunque le daban mucho dinero, le ‘obligaban’ a consumir drogas “para rendir al 100%”. Sin embargo, el dinero no duraba mucho tiempo en su cuenta corriente y al poco comenzó a contraer una importante deuda económica por llevar un nivel de vida que no se podía permitir. “He llegado a tener nueve coches de lujo en el garaje, cinco motos de agua mientras vivía en Sevilla y hasta cinco pisos de alquiler repartido por toda España”, desvela en un momento de la entrevista.

“Lo que empezó como un coqueteo se convirtió en un problema y, sin darme cuenta, pasé a ser un enfermo”, sentencia. Por suerte, todo cambió con la llegada de su mujer, Irene Rosales, que harta de su actitud y sus promesas vacías le obligó a tomar una decisión, enfrentarse a sus demonios y confesárselo todo a su madre, Isabel Pantoja, que, por increíble que parezca, nunca se había dado cuenta de los problemas de su hijo. “Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver y mi madre no veía nada. ‘Pero, ¿esto de cuándo es? ¿De hace un año?’”, asegura que le preguntó Isabel cuando le desveló que abusaba de la “cocaína, el hachís y la marihuana”, que no se podía creer lo que estaba pasando.

Al final, llegó el momento de comenzar el tratamiento y tras unos días terribles que no desea “a nadie”, Kiko Rivera comenzó a ver la luz. Si bien ahora se encuentra bien, el autor de ‘Así soy yo’ no tiene reparos en confesar que tiene miedo a las recaídas, sobre todo ahora que comienza su nueva gira veraniega. Y, aunque su adicción a la droga y su desintoxicación han sido una pesadilla, asegura que hubo otro momento mucho peor: ver a su madre entre rejas. [LEER MÁS: Las ‘pellas’ de Victoria Federica antes de los exámenes finales]

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