Kiko Matamoros, trasladado a otro hospital tras una semana ingresado
Se espera que este viernes Kiko Matamoros recibiera el alta tras una semana ingresado, pero las cosas no han salido como se esperaba.
Todo apuntaba a que este fin de semana Kiko Matamoros podría por fin descansar en casa tras varios días en el hospital, pero todo se ha complicado. La pancreatitis por la que tuvo que ingresar de urgencia no ha remitido a pesar del trabajo de los médicos y del tratamiento que ha mantenido desde el pasado viernes 31 de julio. Desde la puerta del hospital en el que permanece desde entonces, el Quirón San José, ubicado en la calle Cartagena de Madrid, el reportero de ‘Sálvame’ Sergi Ferré ha desvelado que Kiko ha tenido que volver a quirófano para hacerle unas curas.
Se espera que al tratar con más profundidad sus heridas todo mejore, pero por si acaso el equipo médico ha considerado que lo mejor es trasladarlo al centro que el mismo grupo hospitalario tiene en Pozuelo de Alarcón, mucho más grande y preparado para posibles adversidades. Según ‘Lecturas’, será a lo largo de esta tarde de viernes cuando Matamoros llegue al nuevo hospital, en el que la prioridad será drenar la infección que tiene en el hígado y que se produjo por unos problemas que surgieron tras la intervención.
Hace unos días Kiko regresaba a sus redes sociales para mostrar que sigue al pie del cañón, mostrando las muchas agujas y tubos que tiene en el brazo. «Mi brazo es un colador. Saldremos silbando 😉💪», escribió, demostrando que a pesar de las adversidades sigue teniendo el sentido del humor intacto.
De momento, su novia, Marta López, que ha ido retransmitiendo en sus redes sociales cómo se encuentran, no ha hablado de este cambio ni de los motivos, pero sí que ha compartido con sus followers lo complicada que está siendo la situación. Según cuenta en sus stories, se está quedando todas las noches con su novio y apenas va a casa a cambiarse de ropa y a estar el mejor tiempo posible.
Es cierto que en su timeline no ha dejado de tener publicaciones en los últimos días, pero como bien explica su trabajo es subir contenido a las redes sociales y, si bien la situación no es la mejor, algo que las marcas entienden, no le queda otra. Ella tiene que seguir posteando, es decir, trabajando, lo que no signifique que deje de estar al lado de Kiko o que no esté pendiente de su salud. «Al que no le guste, que no mire», ha sentenciado en una storie Marta López.
El gran misterio es conocer si Kiko recibirá la visita de algunos de sus hijos durante las últimas horas. Si bien Diego Matamoros sí que ha acudido junto a su novia, Carla Barber, quien ha optado por no aparecer ha sido la pequeña de la familia, Anita, con quien no está pasando por su mejor momento.