Los hijos de Jaime Ostos vs. Mari Ángeles Grajal: comienza la guerra
La gran (y significativa) ausencia en la misa en memoria a Jaime Ostos
Écija acoge a familiares y amigos de Jaime Ostos para darle el último adiós
Multitud de rostros conocidos despiden a Jaime Ostos y consuelan a una Mari Ángeles Grajal destrozada
María Ángeles Grajal, viuda de Jaime Ostos, llega a España con las cenizas de su marido
La paz entre los hijos de Jaime Ostos y la viuda del torero está a punto de saltar por los aires. El distanciamiento entre parte de los primeros con la segunda se hizo palpable hace un par de semanas, cuando dos de ellos no estuvieron presentes en la misa homenaje a su padre. Una ausencia fue la de Jaime Junior, que vive en Estados Unidos; la otra, Gisela, reconocida después de que su madre, Aurora Díaz Cano, interpusiera una demanda en 2003.
La fractura entre éstos y Mari Ángeles Grajal es ya considerable, sobre todo después de que ésta haya tomado una decisión que ha levantado un considerable revuelo. Y que no es otra que trasladar -temporalmente-las cenizas del que fuera su marido, de Écija (su pueblo natal) hasta Madrid, por lo menos hasta que se instale en la localidad hispalense una estatua honorífica a la figura del diestro. Allí se procedería a ubicar los restos mortales de manera definitiva.
Sin embargo, este movimiento es algo que ha caído como un jarro de agua fría en el seno de la familia: «No tenía ni idea de que se iban a llevar las cenizas de mi padre de Écija, donde llevaban un año en un columbario. No entendí esa decisión. Pregunté el motivo y no me dieron respuesta», dice una de sus hijas. Y apuntó: «No estoy para nada de acuerdo con la decisión de llevarse a mi padre, pero su mujer es la que ha tomado la decisión. Creo que se nos podía haber comunicado al resto de los hijos antes».
Grajal quiere tener a su marido cerca. Fue ella misma quien trajo en un avión las cenizas desde Colombia, país donde Jaime Ostos perdió la vida, en enero de 2022. Se encontraban de viaje de pareja cuando la muerte lo asaltó de manera inesperada. De hecho, amigos personales del matador, como Ortega Cano, declararon que había estado intercambiando con él mensajes de WhatsApp unas horas antes del deceso.
La viuda de Ostos llegó a Madrid absolutamente hundida y destrozada por tan fatídica noticia. Le ha costado mucho reponerse y el pasado 9 de enero volvió a reavivar el sentimiento de tristeza y duelo al acudir al servicio religioso por el primer aniversario de la muerte de su esposo. Un réquiem que tuvo lugar en la Iglesia de la Victoria de Écija, adonde fue la primera en llegar.
Una vez allí no dudó en atender a la prensa para mostrar su pesadumbre, un año después de perder a su pareja: «Las primeras Navidades sola sin él han sido muy duras. Este año ha sido muy duro y difícil de llevar, pero hay que acostumbrarse», dijo. Asimismo, confesó con qué hijos de Jaime Ostos con Consuelo Alcalá seguía teniendo contacto: Jaime Ostos Junior y Gabriela Ostos: «Ellos saben que tienen mi apoyo y yo creo que tengo el de ellos también», comentó.
La división entre hermanos no fue escondida por Gabriela, quien declaró que «el encuentro no ha sido como a mí me hubiera gustado que fuera. A lo mejor para ellos sí ha sido cariñoso, pero para mí no. Ha sido muy duro revivir esto. Solo hemos estado Jacobo y yo», puntualizó en Semana.
La polémica de las cenizas no es la única que sacude a la familia de Jaime Ostos. Su hija Gabriela ha dejado caer que no se están cumpliendo las voluntades de su fallecido padre: «Mi padre me dijo una serie de cosas que, si no llegan a cumplirse, será otro tema. Me he enterado de que se han dado cosas a ciertos museos e instituciones que desconocíamos. Mi padre quería que yo guardara una serie de cuadros, trofeos y fotos suyas».