Iñaki Urdangarin llega a Vitoria para disfrutar de su régimen de semilibertad
El marido de la infanta Cristina ha llegado este domingo a casa de su madre en Victoria, conduciendo una furgoneta oscura en compañia de su hermana.
Iñaki Urdangarin comienza desde hoy mismo una nueva etapa. Han pasado dos días desde que se despidió del Hogar Don Orione, donde había desarrollado labores de voluntariado durante casi dos años. Este 28 de febrero ha llegado a Vitoria, acompañado de su hermana después de que las Instituciones Penitenciarias aprobasen su traslado a la cárcel alavesa de Zaballa, cerca de donde reside su madre, Claire Liebaert. Este nuevo régimen de semilibertad, le permite trabajar y disponer de los fines de semana libres. Este domingo se han podido ver ya las primeras imágenes del exjugador de balonmano disfrutando de su nueva condición.
Después de pasar unas semanas en el centro de inserción social de Alcalá de Henares, que le permitió abandonar la prisión abulense de Brieva y suavizar su condena, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León, aprobó concederle el tercer grado penitenciario. Según ha explicado su abogado, Mario Pascual Vives, trabajará como consultor en un despacho de abogados, aunque aseguraba no conocer más detalles sobre el puesto ni cuando se incorporará exactamente.
Además, el marido de la infanta Cristina tendrá que asistir a unos cursos especiales para delincuentes económicos en la cárcel de Zeballa. El Juez ha condicionado su tercer grado a que «el interno realice el programa Pideco, de reciente creación y destinado precisamente a delincuentes económicos como el señor Urdangarin, por entender que como instrumento tendente a su reinserción y reeducación resulta beneficioso y le servirá para forzar su tratamiento penitenciario. Igualmente, y en el mismo sentido, consideramos que el otorgamiento del tercer grado debe quedar también condicionado al mantenimiento de su actividad labora en el centro Don Orione».
No obstante, desde que se le flexibilizó la condena a principios de este año, ya disponía de dos fines de semana libres al mes. Tiempo que aprovechaba para estar con la familia. Sin ir más lejos, en las últimas semanas, Iñaki ha podido disfrutar de pasar tiempo con su mujer. Con su hijo Pablo también ha tenido varios encuentros en estos periodos de libertad. De hecho, este viernes, el joven llegaba desde Barcelona para verle y poder pasar tiempo con el resto de miembros de la familia.
La primera vez que Urdangarin pudo reunirse con sus allegados fuera de la cárcel fue hace dos años, concretamente en las navidades de 2019. Tras año y medio en prisión, pudo disfrutar de la primera Navidad en familia. Donde se ha dejado ver también ha sido en Vitoria, junto a su esposa, sus hijos y su madre, Claire Liebaert, yendo a una terraza y aprovechando cada minuto con ellos. Después, en febrero de 2020, consiguió el segundo permiso de seis días, pero poco después, la pandemia del coronavirus le confinó por tres largo meses.
El 18 de junio de 2018 será siempre una fecha que el exduque de Palma nunca olvidará, pues fue el día que tuvo que ingresar en la prisión de Brieva -Ávila-. El Tribunal Supremo le condenó a cinco años y 10 meses de prisión por el desvío de fondos públicos del Instituto Nóos. A lo largo de este año, su objetivo ha sido conseguir este régimen de semilibertad, que llega cuando ha cumplido dos años y siete meses de su pena.