Gonzalo Montoya se rompe en el reencuentro con Susana Molina
El sevillano sigue muy tocado y enamorado de la mujer con la que ha estado 6 años de su vida.
Si hay una pareja que ha acaparado todo tipo de atención en ‘La isla de las tentaciones’ esa ha sido la formada por Susana Molina y Gonzalo Montoya. El sevillano y la murciana han estado 6 años juntos que se han ido al traste tras su paso por el reality revelación de Mediaset. Este martes, y tras más de medio año sin verse las caras, los dos se han sentado en un plató de televisión para poner punto final en su relación.
Gonzalo se hunde recordando cómo sufrió la pérdida de su abuela sin Susana https://t.co/qk4QGyMazD #TentacionesDBTFinal2 pic.twitter.com/YsukD7vtOA
— La Isla de las Tentaciones (@islatentaciones) February 18, 2020
Gonzalo se mostró muy tocado desde un principio. Nada más entrar en plató, el joven se rompió en directo. Con los ojos llorosos se mostró muy vulnerable y triste con el final de la relación. También estaba muy nervioso y es que era el primer encuentro con la “mujer de mi vida”, según expresó: «lo he pasado fatal, mis familiares, noches sin dormir, no sé si voy a poder hacer esto…». Al final, Susana entró en plató y los dos se fundieron en un fuerte abrazo. La de Murcia tampoco lo pasó bien. Fue una noche difícil: “verle así de mal me desestabiliza mucho y me rompe… No sé qué hacer, me apetecería darle un abrazo, pero no quiero que tenga una esperanza o se derrumbe con mi actitud».
Gonzalo, a Susana: «Espero que algún día encuentres a alguien que te ame como yo te amo» https://t.co/qk4QGyMazD #TentacionesDBTFinal2 pic.twitter.com/gCfLCyJPaU
— La Isla de las Tentaciones (@islatentaciones) February 19, 2020
Al decir estas palabras ya se empezó a intuir que no había vuelta atrás en su decisión: «no hay esperanza, lo tengo claro. Y por eso me he mantenido fría y distante». Susana también quiso tener un gesto con el que había sido su novio dedicando-le buenas palabras: «le tengo mucho cariño, le quiero. Ha perdido mucho tiempo culpándome a mí y culpándose a él, no hay que buscar un culpable, ha pasado y ya está». Al final, los dos se volvieron a abrazar y Gonzalo admitió que se iba más aliviado tras la conversación.