Actualidad

HABLAN LOS EXPERTOS

Más sexy y segura: la evolución de Bárbara Mirjan en su camino a ser duquesa de Arjona

Se casa con Cayetano Martínez de Irujo, IV duque de Arjona y XIII conde de Salvatierra, Grande de España

La boda será el 4 de octubre de 2024 en Sevilla, con ceremonia en la iglesia del Cristo de los Gitanos

La asesora de imagen Carmen Corral destaca: “ha aprendido a sacarse partido justo en el momento clave de su vida”

  • Rosa Torres
    • Actualizado:

Muchos la conocían solo como “la novia de Cayetano Martínez de Irujo”, pero la boda que se celebrará el próximo 4 de octubre en Sevilla la coloca en el centro de todas las miradas. Bárbara Mirjan, de 29 años, pasará de ser una joven ‘anónima’ (aunque bien posicionada) a convertirse oficialmente en duquesa de Arjona y, con ello, en miembro visible de una de las sagas aristocráticas más poderosas del país. Pero, más allá del título, hay un tema que nos tiene fascinados: su transformación de estilo.

Porque sí, la boda funciona aquí como un detonante, un catalizador. Lo explica la asesora de imagen Carmen Corral: “La boda ya está a la vuelta de la esquina, y con ella, una nueva etapa para Bárbara. Más allá del evento en sí, este momento parece ser el comienzo de una transformación más profunda. La creciente exposición de su imagen y su presencia en los medios ha abierto ante ella un nuevo camino orientado a redefinir su estilo, sin perder su autenticidad”.

Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirján disfrutaron juntos del CSI3 de Vejer de la Frontera. (Gtres)

Primeros pasos: looks de veinteañera… ¿O de cuarentañera?

Corría 2017 cuando la vimos en el CSI3 de Vejer de la Frontera, con apenas 21 años. Esa edad en la que uno ya no es adolescente, pero tampoco adulto del todo. Pues bien: en lugar de un look fresco y experimental, apareció con un estilo prematuramente adulto.

Bárbara Mirjan en el 2017. (Gtres)

Vestidos largos, estampados boho, cortes sueltos que le ocultaban las formas. Correcta, sí; sexy, cero. El pelo suelto sin trabajar demasiado tampoco ayudaba: más que sofisticación, transmitía un aire descuidado.

Bárbara Mirjan lució un vestido largo de tirantes con estampado floral. (Gtres)

No es casual. Puede pasar cuando se eligen prendas muy formales, sin color, con cortes poco juveniles… algo que encaja más en alguien de 40 que en una veinteañera. Y si además hay una diferencia de edad de 33 años con tu pareja, como es su caso, es muy posible que el estilo se adapte inconscientemente para no desentonar.

De bautizo: la “chica de raza”

Bárbara Mirjan en el bautizo de Rosario, la hija de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart. (Gtres)

En un bautizo posterior optó por un look de bandera española: vestido inspirado en un mantón de Manila, firmado por Rocío Peralta, con flecos en el bajo y grandes pendientes dorados. Muy de estampa andaluza, muy de “chica de raza”, pero también poco juvenil para sus veintitantos.

De básicos anodinos a sensualidad en dosis justas

En sus modelitos más casuales tampoco arriesgaba: camisa blanca oversize, vaqueros bordados naïf, zapatillas y accesorios discretos. Un uniforme de “voy correcta, pero sin chispa”. Como resume Corral: “Es un estilo correcto, cómodo y cero sexy. No hay escote, no hay cortes ceñidos, no hay prendas que sugieran feminidad”.

Bárbara Mirjan con un look de básicos. (Gtres)

Pero de pronto, zas: cambio de guion. El salto hacia un estilo más atrevido y femenino llegó cuando decidió enseñar lo que antes escondía: piernas delgadas y definidas, potenciadas por un bronceado uniforme que realza todo. El estilismo empezó a jugar con códigos de sensualidad: tejidos ligeros, cortes que acompañan el movimiento y un poco de piel a la vista. Nada excesivo, pero suficiente para que el aire fuera más juvenil y magnético.

El cambio antes de la boda

Aquí está lo jugoso: que estos cambios coincidan justo con los preparativos de la boda. Corral lo confirma: “Uno de los cambios más evidentes es la forma en que Bárbara ha decidido sacarse más partido y atreverse con decisiones impensables anteriormente, como un mayor uso del color en accesorios y calzado y, sobre todo, mostrar sus piernas, generalmente ocultas. Su estilo va siendo más flexible y dinámico, sin miedo a enseñar su figura con naturalidad». Y añade: “Cuando una mujer comienza este camino, suele también querer experimentar con cortes de pelo, maquillajes y combinaciones nuevas. Que haya decidido hacerlo justo antes de su boda, habla de alguien que se prepara para estar en el centro de todas las miradas”.

Bárbara Mirjan posó en el photocall del evento Latin Grammy. (Gtres)

El análisis es claro: su evolución no es casual ni aislada. La boda no solo sella una historia de amor con Cayetano, también es el escenario perfecto para desnudar simbólicamente una nueva faceta de ella: más color, más figura, más piel. A fin de cuentas, cuando alguien empieza a mostrar lo que antes escondía, lo que transmite es confianza sexual, poder personal y madurez. Y eso, inevitablemente, genera morbo.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias