La dieta más eficaz para adelgazar estómago y caderas

Ahora que se acerca el verano, seguro que son muchas las personas que se encuentran en la llamada «operación bikini», pero en el caso de que desees adelgazar no solo para lucirte en la playa o en la piscina sino para reducir de forma eficaz y definitiva la estómago y las caderas, te recomendamos que sigas leyendo porque vamos a explicarte la dieta más eficaz de todas.

La dieta más eficaz para adelgazar de estómago y caderas

Perder peso en el estómago y las caderas no es solo una cuestión estética, ya que el exceso de grasa abdominal también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Y es por tanto por una cuestión de salud, no solo de belleza,

Por otro lado debemos recordar que la dieta adecuada es aquella a partir de la cual debemos empezar a mejorar la parte estética y la parte de la salud, pero sin olvidar la actividad física adecuada para un metabolismo más activo.

Pero en el caso de la dieta para adelgazar en estómago y caderas, lo primero que te aconsejamos es que consultes a tu médico, quien podrá sugerirle la pauta más adecuada para tu caso específico. En general, sin embargo, existen reglas de oro que podemos seguir para adelgazar en salud y sin demasiadas restricciones. De este modo se configura una dieta ideal para perder grasa de las zonas mencionadas.

Reduce bien las calorías

Una buena forma de empezar esta idea ideal para perder estómago y caderas es reducir las calorías de forma equilibrada  así como reducir las porciones en un tercio. De esta forma tendremos el doble efecto de reducir la ingesta calórica, pero también de alimentarnos adecuadamente, evitando bloquear el metabolismo con porciones demasiado pequeñas, lo que fácilmente podría llevarnos a interrumpir la dieta.

Qué debemos comer

Y en cuanto a los menús que podemos aportar a la mesa y qué debemos evitar realmente para afinar la barriga y las caderas, deberemos quedarnos con todos los que sean carbohidratos integrales, eliminando los productos a base de harinas blancas refinadas, de la misma manera que nos quitamos de los alimentos azucarados, ya sean dulces o bebidas azucaradas, pero también decimos no a las gaseosas dietéticas y al alcohol.

Por otro lado, las legumbres son nuestros grandes aliadas ya que nos aportan una gran cantidad de proteínas importantes para la salud, frente a que son bajas en grasas. En cuanto a la carne, conviene evitar las rojas en beneficio de las blancas, como el pollo y el pavo, pero el pescado azul también está bien, para aderezarlo con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, zumo de limón y hierbas aromáticas frescas picadas.

En cambio, conviene evitar la mantequilla y del mismo modo los quesos grasos, en beneficio, si no somos intolerantes a la lactosa, de los magros, como el ricotta. El yogur puede ser un buen aliado de nuestros desayunos, buena fuente de proteínas y excelente con macedonias de frutas o dos rebanadas de pan integral tostado.

Y en cualquier caso y dado que estamos ya casi en verano, son bienvenidas las ensaladas, las verduras de temporada al vapor, pero también los frutos secos y los brotes. Si el hambre nos llega cuando menos lo esperamos, comer unas almendras o nueces nos ayudará a tener energía sin agobiarnos.

Por último, será esencial beber mucha agua durante todo el día ya que esta nos ayudará a estimular la diuresis y por tanto también a eliminar el exceso de líquidos de zonas críticas.