El día que Tamara Falcó estrelló su coche contra un Starbucks del centro de Madrid
La marquesa de Griñón obtuvo su permiso de conducción en la célebre autoescuela 'San Cristóbal' de Cuenca
El incidente dejó la frase: "que no se entere mi madre" para la posteridad
Tamara Falcó protagonizaba en 2005 y con apenas 22 años un incidente que todavía recordamos. Y es que la marquesa de Griñón estrellaba su coche contra nada menos que un Starbucks en una de las escenas más surrealistas de su vida. La hija de Isabel Preysler tuvo un pequeño despiste al volante, lo que llevaba a que el parachoques de su coche diese contra el ventanal de la famosa cafetería, concretamente en la calle Fuencarral de Madrid.
Afortunadamente, no hubo que lamentar daños graves y tampoco ninguna víctima, aunque los testigos aseguran que Falcó se quedaba completamente en shock, rompiendo a llorar. De hecho, pronunciaba una de sus frases más míticas hasta la fecha.
El día en que Tamara Falcó estrelló su coche
«Por favor, por favor, que no se entere mi madre», alcanzaba a decir a los allí presentes. Por suerte, la marquesa de Griñón no estuvo sola, sino que iba acompañada por su entonces pareja: Alberto Comenge Barreiros. Lamentablemente, y pese a su desesperada petición, el incidente no tardaba en salir a la luz, y España entera se hizo eco de su «travesura». Tampoco dudó a la hora de someterse a un control de alcoholemia que dio negativo, lo que fue un punto a favor para ella.
Este tampoco sería el único accidente en el que se vio envuelta la marquesa de Griñón, ya que apenas 5 meses después, trascendía que había sufrido otra colisión. En este segundo caso, Falcó estrellaba su Mini gris metalizado contra una mediana de la confluencia de la avenida de Pablo Iglesias con la calle Reina Victoria.
El otro accidente de la hija de Isabel Preysler
Y, pese a que nuevamente salía completamente ilesa, se dio a conocer en los medios que Tamara había sufrido un ataque de pánico. Sobre todo, al ver que varios paparazzi comenzaron a inmortalizar ese desagradable momento. Tanto es así, que tuvo que ser trasladada de emergencia al hospital Puerta de Hierro. Un buen susto que ya ha quedado en el pasado y que nos deja ver que es tan humana como el resto de los mortales.
La hija de Isabel Preysler, quien se sacaba el carnet de conducir en la famosa autoescuela «San Cristóbal» de Cuenca, parece haber aprendido de estos errores y hace tiempo que no ha vuelto a llevarse ningún susto con el coche. Además, ejerce incluso como embajadora de marcas como Kia, familia de la que también forman parte otros famosos como Carolina Cerezuela y el deportista Rafa Nadal.
Según expresaban desde la empresa, lo que les ha atraído de Tamara Falcó es su faceta como emprendedora, ya que encaja a la perfección con los valores que pretenden transmitir: «la audacia por naturaleza, alegría desde la razón, tensión para la serenidad, tecnología para la vida y poder del progreso».
En la actualidad, la hija de Isabel Preysler presume con orgullo en redes sociales de las ventajas de conducir un coche eléctrico. «Proteger el planeta Tierra es una responsabilidad de todos y uno de los mejores legados que podemos dejar a las siguientes generaciones», señalaba al respecto. Y destacaba que «los coches eléctricos ayudan a eliminar la contaminación y el ruido de las ciudades, haciéndolas más habitables».