El ‘corazón partío’ de Manuela Sanz
La hija de Alejandro Sanz se enfrenta a las Navidades más atípicas de sus últimos años, con la difícil decisión por delante de si permanecer en México o volver a España, donde residen tanto su madre como su padre.
Se ha convertido en uno de los rostros imprescindibles de las redes sociales desde que alcanzara la mayoría de edad. Manuela Sanz, hija de Alejandro Sanz y Jaydy Michell nació bajo el objetivo de las cámaras, en un momento en el que las redes sociales ni siquiera existían. Ahora, la joven ya toma las riendas de su propio camino. Un camino que se torna complejo, ya que la reciente mudanza de su madre a Madrid junto a su marido, el deportista Rafa Márquez y el hijo de ambos, Lorenzo, pone en jaque a Manuela, que permanece en México por ahora. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, es momento ahora de regresar a casa en una fecha tan especial, pero, ¿será un viaje solo de ida? No parece.
A pesar de ser relativamente activa en las redes sociales, Manuela no suele dar muchos detalles sobre su vida a sus casi setenta mil seguidores. Fanática de la moda, la joven acaba de graduarse en México y ha hecho sus pinitos en el mundo del diseño. De hecho, ella misma reconoce que si no estudiara diseño se habría decantado por las Bellas Artes, aunque no descarta seguir los pasos de su padre en el mundo de la música. Así lo confirmó hace algunos meses cuando protagonizó la portada de la revista «Vanity Fair» junto a su madre, la modelo mexicana Jaydy Michell.
Tras la separación de Jaydy y el cantante, Manuela permaneció con su madre, al principio en España y más tarde en México, donde ha pasado los últimos años. Sin embargo, la mexicana decidía regresar a España con su familia este año, lo que ha supuesto un importante punto de inflexión para su hija, que tiene su círculo y rutina en el país azteca. De momento, a pesar de que se la ha visto en varias ocasiones en nuestro país, Manuela no ha decidido fijar su residencia aquí, sino que vive a caballo entre España y México, país con el que tiene una fuerte vinculación.
Pero no solo a su madre tiene Manuela en España. Alejandro Sanz también ha querido fijar definitivamente su residencia en el país que le vio nacer, después de su divorcio de Raquel Perera. En la capital comparte vivienda con su actual pareja, la artista cubana Rachel Valdés, con quien, además, Manuela mantiene una buena relación.
La gran encrucijada
Con este escenario, sería de suponer que Manuela podría pensar en ultimar los detalles de su traslado a Madrid, para estar más cerca de sus padres y sus hermanos. Sin embargo, nada hace pensar en que la joven esté pensando en ello. ¿Qué es entonces lo que hace que dude al respecto?
Por un lado, aunque España sea el país en el que nació y donde está ahora la mayor parte de su familia, lo cierto es que México es una parte importante de su vida. Es ahí donde ha forjado la mayor parte de sus recuerdos, donde está desarrollando su carrera y donde está su novio, de quien no ha querido dar más detalles que confirmar que tiene el corazón ocupado -tanto es así que no comparte imágenes de esta faceta de su vida y las que había con él se ha ocupado de borrarlas cuidadosamente-. El joven es Áxel Angulo, un mexicano de 19 años, tal como ha confirmado «¡Hola!», y fue en 2018 cuando publicaron su primera imagen juntos.
Pero, más allá de esto, en el país azteca se encuentra su abuela, Marie Brixon, con quien, tal como ha podido conocer este digital recientemente, reside en la actualidad. Ambas se han convertido en un fuerte apoyo la una para la otra después de la muerte el pasado mes de junio del padre de Jaydy Michell, Octavio Michell Peiro, tras varios años de intensa lucha contra el cáncer.
Marie se ha convertido en una segunda madre para Manuela, una persona de la total confianza de Jaydy, por la que la modelo siente además gran admiración, tal como ella misma aseguraba recientemente en las redes: “Que suerte he tenido de ser hija de la gran mujer que es mi madre! Hoy ha sido su cumpleaños y he podido compartir con ella este día especial para celebrarle un año más de vida. Guapa, inteligente, bella persona, elegante, madre entregada, abuela amorosa, mujer honesta, trabajadora, fiel, leal, respetuosa con los demás, culta, educada, amante de los animales… la admiro y la amo no solo porque me dio la vida sino por ella me enseñó a vivirla!”. Unas palabras que dejan claro que para ella, no existe mejor persona para dedicarse al cuidado de su hija.
Una realidad que pone a Manuela en una gran encrucijada y la deja, más que nunca, con el ‘corazón partío’ entre dos océanos, sobre todo en la delicada situación en que se encuentra el mundo en la actualidad.