Cierra la Cartuja de Sevilla: fin a la vajilla tradicional que no falta en las casas más VIP
Cierra la Cartuja de Sevilla tras casi doscientos años de historia en el sector de las vajillas
Sus problemas con Hacienda y la Seguridad Social han sido dos de los detonantes
Los últimos trabajadores de la empresa están en conversaciones con la Junta de Andalucía para evitar el cierre definitivo

La producción y la venta de las populares vajillas de La Cartuja ha llegado a su fin -o, al menos, de manera temporal-. Tras casi doscientos años de historia y de protagonismo en los hogares de los rostros VIP, la empresa se ha visto envuelta en problemas económicos que han supuesto su cierre definitivo. El mítico vidriado, fundado a mediados del siglo XIX por el británico Charles Pickman, no ha podido solventar sus deudas con Hacienda y la Seguridad Social.
Tal y como reza en su página web, han tenido que paralizar sus funciones: «Estimados clientes, les informamos que por razones técnicas nos hemos visto abocados a parar la producción y detener la comercialización durante un plazo no determinado».
La intrahistoria de su cierre
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Hace solo unos días, la propietaria actual de La Cartuja de Sevilla, Ultralta, solicitaba a los juzgados de la capital hispalense que se procediera a la liquidación de sus productos tras no poder hacer frente a una deuda de casi dos millones de euros. A pesar de que varias empresas han estado interesadas en su compra, lo cierto es que parece que el futuro de la misma pende de un hilo, así como el de sus treinta trabajadores, que siguen buscando conversaciones con el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía para evitar el cierre -de hecho, también es llamativo que el personal ha disminuido, pues en los años ochenta llegaron a trabajar en la fábrica 300 personas-.
Según lo publicado en el Diario de Sevilla, la falta de modernización en su técnica -a pesar de que en varias ocasiones han tratado de reinventarse-, el embargo de Hacienda, su falta de liquidez y su crisis económica han sido los detonantes de su cierre. Además, apuntan que incluso se intentó que parte de la producción se llevara a cabo en Marruecos y así disminuir los costes.
Además, desde LOOK hemos podido comprobar que sus clientes no estaban del todo conforme con su servicio online. «He hecho un pedido en junio y no ha sido enviado todavía. ¿Podéis por favor responder al teléfono y mails?» o «Realicé un pedido a través de vuestra tienda online hace varios meses y aún no lo he recibido. ¿Podrías darme una solución por favor? Gracias de antemano. Quedo atenta a su respuesta», son algunos de los comentarios de sus últimas publicaciones.
Proveedores de la Casa Real
En 1841, Charles Pickman -que nació en el seno de una familia de comerciantes de Inglaterra que se desplazó a Cádiz-, estableció una fábrica de loza fina en el Monasterio Cartujo de Santa María de las Cuevas. Fue entonces cuando comenzó su histórico negocio tras contratar a artesanos y maestros ingleses que producían vajilla inglesa con influencias orientales.
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A lo largo de estos casi doscientos años de historia, sus piezas han conquistado a varias generaciones de la burguesía y del pueblo llano. Su popular y conocido diseño 202 -un clásico que la firma sevillana reeditó- cautivó a la realeza. De hecho, en 1871 fueron nombrados proveedores oficiales de la Casa Real de España en el reinado de Amadeo I de Saboya. Entonces, el monarca decidió entregarle un título nobiliario a Pickman, que recibió el título de marqués.