Christian Gálvez saca las uñas para defenderse de las críticas: "Son prejuicios ridículos"
Acaba de estrenar una muestra en Madrid sobre Leonardo Da Vinci de la que es comisario
Christian Gálvez vive uno de sus mejores momentos profesionales. Además de ser la cara visible de ‘Pasapalabra’, el madrileño acaba de inaugurar una muestra en Madrid -de la que es comisario- acerca de su otra gran pasión, Leonardo Da Vinci, con motivo de los 500 años de la muerte del italiano. Desde hace mucho tiempo que es un gran adicto a todo lo que rodea al mítico personaje. Sin embargo, esta faceta parece haber molestado bastante a un grupo de historiadores, que no ha dudado en abrir fuego contra él.
El Comité Español de Historia del Arte (CEHA) ha acusado a Christian Gálvez de «intrusismo profesional» después de que lanzase la muestra ‘Los rostros del genio’, junto a la Biblioteca Nacional de España (BNE) y que gira en torno a la figura de Da Vinci. Los más de 500 expertos que forman este comité atacan al marido de Almudena Cid, argumentando que se ha apoyado»en una popularidad televisiva y en sus conocimientos sobre la figura de Leonardo traducidos en obras de ficción con a veces dudosas bases histórico-documentales» y que así se ha convertido en «referente sociológico sin ningún aval de carácter científico».
El propio Christian Gálvez es consciente de toda esta ola de críticas y ha querido salir al paso y defenderse a través de una entrevista en ‘El Mundo Papel’. El presentador del mítico concurso del rosco reconoce que le ha costado muchísimo ser aceptado: «Me he tenido que enfrentar a mogollón de prejuicios. Pero hace tiempo que dejé de librar esa batalla, porque no me llevaba a ninguna parte. Si la gente quiere consumir el producto que realizo, guay. Si no, no pasa nada. He enfocado mi carrera a que todo lo que hago me haga mejor persona y esto lo logra. Y ya está».
Gálvez reconoce que ha tenido al enemigo en casa y que ha sido más sencillo obtener el reconocimiento fuera del país: «Me ha costado mucho más ganarme el respeto en España que fuera. Fuera no soy nadie, pero me han abierto las puertas con gran generosidad y han valorado mi trabajo. Y sólo cuando he vuelto con ese aval internacional, aquí me han tomado en serio. Pasé de ser otro más de la tele que escribe libros a experto internacional en Leonardo. Es un prejuicio ridículo, una putada, porque soy el mismo. Sólo soy el tío que lee rápido en la tele y al que le flipa Leonardo. Ese es el resumen de mi vida», reconoce.