Nicolas Sarkozy y Carla Bruni: la corrupción se entromete en un amor a prueba de bombas
La condena de tres años de cárcel por corrupción es solo otra prueba más para un amor en el que nadie creía cuando comenzó.
Carla Bruni y Nicolas Sarkozy son una de las parejas más famosas del mundo. Pero también forman parte de ese grupo de romances que son mirados con lupa. Nadie creía en la relación sentimental surgida entre el que fuera presidente de la república francesa y una de las modelos más famosas del mundo. Pero ellos lo hicieron posible. Superaron la barrera de las feroces críticas y otros tantos obstáculos, pero ahora les llega uno mayúsculo, la sentencia que pesa contra el exjefe del Estado: tres años de cárcel -uno de ellos firme- por corrupción y tráfico de influencias.
A Sarkozy se le acusa de haber intentado corromper a un juez. Un varapalo enorme para un país que presume con la cabeza alta de la pulcritud de sus dirigentes. De hecho, es la primera vez desde la fundación de la V República, en 1959, que un presidente de Francia es procesado por un juez. ¿Y quién ha estado siempre a su lado de manera fiel desde hace doce años? Carla Bruni.
La cantante italiana publicó una imagen de apoyo a su marido y no duda en mostrarse combativa cuando puede opinar de este duro proceso que afronta Sarkozy: «La verdad saldrá a la luz. Es mi chico y estoy tan enamorada como el primer día. Ahora está boxeando en un ring judicial. Y yo estoy a su lado. Animándolo, dándole mi cariño, cuidando sus heridas», dice.
Carla Bruni y Nicolás Sarkozy se conocieron de la manera más imprevista posible, en una cena con amigos, convertida en cita a ciegas celebrada en 2007. Tal fue el flechazo que tan solo tres meses después ya estaban pasando por el altar para darse un sí quiero y jurarse un amor eterno que hoy todavía continúa. Ella tiene 53 años y él 66, pero esa diferencia de edad nunca les ha privado de vivir su amor con plenitud. Él venía de un divorcio traumático en el que su esposa le había dejado por otro hombre; ella, de una rica familia de Turín vinculada a los Agnelli.
Bruni era una mujer adinerada, culta, con arte y mucha fama. Sin embargo, su vida no se escapa a un gran drama, cuando ya de mayor se enteró que no era hija biológica de su padre. Sus padres llevaban un matrimonio abierto y mantenían relaciones sexuales con otras personas. Del affaire de su madre con un músico italiano nació esta belleza transalpina que mantiene embelesado a Sarkozy.
La cantautora tampoco se escapó a la crítica de su país. En Italia se le atribuyen hasta 40 amantes previos al mandatario galo, entre los que destacan rostros muy conocidos como Kevin Costner, Donald Trump, Eric Clapton y hasta Mick Jagger. Todo vaivenes hasta que conoció a Raphaël Enthoven, padre de su hija, que la dejó al poco de nacer la pequeña porque conoció a otra mujer. Después vendría el inicio de su relación actual y el nacimiento de su única hija, Giulia, en 2011, poniendo el broche de oro al matrimonio. Ambos protegen mucho la identidad de la pequeña y apenas la exponen en sus redes sociales.
Antes de conocerse la condena al expresidente francés, Carla Bruni repasaba cómo habían sido estos casi trece años al lado de Sarkozy y su valoración representa a una mujer enamorada: «Soy libre estando casada y dentro de este gran amor. Pensaba que el matrimonio era una prisión. Sin embargo, te da alas”, explicaba la artista, quien aseguraba que los dos siguen tan enamorados como el primer día: ‘La gente cree que lo único que me atraía de él era su posición. Lo que me atraía de él era él», comentaba a ‘Paris Match’. ¿Cambiaría algo si Sarkozy entrase en prisión? Algo nada probable. Lo dicho, un amor a prueba de bombas.