Desmontamos a Bigote Arrocet: la "vida perra" que le dio a Maria Teresa y sus excusas para no pagar
Look ha accedido al testimonio de personas que han compartido mucho tiempo y espacio junto a Edmundo Arrocet
"Nunca ha hecho compañía a María Teresa Campos, la torturaba"
"A Teresa le encantaba físicamente. Tenía mucha labia, era gracioso… se le caía la baba y es el hombre que mas le ha gustado"
Bigote Arrocet sigue teniendo una cuota de protagonismo a la que nunca le ha hecho ascos y la muerte de María Teresa Campos le devolvió notoriedad. Pero igual de cierto es que también le ayuda a mantenerla que programas como el de Risto Mejide le den esa cobertura mediática y exposición en la que el humorista se mueve como pez en el agua.
A Edmundo Arrocet se le atribuye un don de persuasión con el que consigue muchas de las cosas que se propone. Una de ellas fue conquistar a la malograda presentadora. Lo logró. María Teresa y él vivieron una edulcorada historia de amor, pero el peaje que tuvo que pagar ella fue demasiado elevado.
El cariño con el que habla el chileno de «Teresita» -así se refiere a ella siempre- no va ligado a cómo se portó con ella durante su romance. Así se lo cuentan a Look varias personas que han vivido la relación entre ellos desde el principio hasta el final. Por ello, nos dan detalles exclusivos que nunca antes se han contado en un medio de comunicación.
María Teresa Campos encontró el amor en la figura de Bigote Arrocet cuando presentaba Qué tiempo tan feliz. Enseguida cayó rendida a sus encantos. ¿Cómo se gestó el hechizo? Nos lo cuentan: «Edmundo es un hombre que fue a por ella al programa, se hizo con Teresa y luego empezaron a whatsappearse. Así estuvieron 6-7 meses. María Teresa Campos y yo nos fuimos a Republica Dominicana y me confesó que estaba harta de tener una relación con un hombre que le enviaba muñequitos», refiriéndose a los emojis de las redes sociales de mensajería.
Desde bien pronto, las intenciones del chileno pasaban por hacer público su idilio: «Al tiempo volvió a Madrid. Ella me preguntó un sitio discreto para ir a cenar con él sin que los vieran. Se lo dije. Cuando Bigote Arrocet la fue a recoger al programa se la llevó a La Maquina en La Moraleja y la sentó al lado de la cristalera para que la vieran. Cuando Gustavo fue a recogerlos, el cómico quiso esperarle en la calle y ahí estalló todo el tema en prensa».
Esta persona conoce perfectamente a Edmundo porque ha compartido tiempo y espacio con él. Han viajado juntos y pide que dejemos claro que la utilizó para conseguir beneficios económicos. Pone un ejemplo: «Se la llevó a Canarias porque pagó el billete y una especie de apartahotel barato que era de un amigo suyo. Quedaron en que si María Teresa se hacía una foto en el restaurante, no les cobraba el alojamiento. La engañaron con la propaganda del restaurante porque apareció la prensa».
En el archipiélago ocurrió otro hecho muy destacado que nuestra fuente vivió in situ. «Un día, estábamos en la tumbona de la piscina y veo que salen arreglados de punta en blanco. Les pregunto que a dónde van. Y dice María Teresa Campos que Bigote Arrocet y ella van a dar un paseíto. Nos quedamos mosqueados. Vuelven al rato y ella está muy disgustada porque se encuentran con una nube de periodistas. Evidentemente, los llamaba él para ganar dinero».
«Este señor la usaba para el descanso del guerrero. Se iba a Chile pero como no tiene oficio ni beneficio, se va con sus hermanas 2-3 meses. Cuando volvía a casa de Teresa en Madrid estaba canino porque no tenía nada. De allí no salía porque lo tenía todo: piscina, buena comida y comodidad. Lo único que tenía que hacer era fingir. Fingía que hacía mucho, pero en verdad no hacía nada», nos desvelan.
Un momento cuando menos controvertido eran las escapadas que durante algún tiempo realizó en solitario cuando vivía bajo el mismo techo que su novia: «Cuando se quedaba mucho tiempo, el chófer de María Teresa Campos lo llevaba a un alojamiento de la Gran Vía y ahí el sabrá lo que hacía. Luego volvía por la tarde. La verdad es que Bigote Arrocet nunca la ha hecho compañía, le ha dado una vida perra, la torturaba». Palabras duras.
Las tretas de Bigote Arrocet para no gastar dinero
Si de algo ha presumido Edmundo Arrocet en sus últimas entrevistas ha sido de costear ciertos gastos de la familia Campos. Una persona muy cercana a Bigote y a María Teresa desmonta su versión como si de un castillo de naipes se tratara. Atención especial a cómo se comportaba cuando viajaban por el extranjero para intentar eludir abonar las dolorosas.
«Nos íbamos por todo el mundo: Dubái, Argentina, Marruecos… y cuando llegaba la hora de cenar decía que «Teresita y yo nos quedamos en el hotel porque estábamos más cómodos. Me di cuenta de que al quedarse en el hotel, firmaba Teresa la cena y se la ponían en la habitación y pagaba ella la suite. jamás nos ha invitado a nada, solo al chocolate con churros, en la Plaza de Los Naranjos de Marbella».
Todos los desplazamientos que hicieron siendo pareja le costaron a la periodista el doble. El motivo no era otro que Bigote y ella pernoctaban en habitaciones separadas: «No dormía con Teresa, no salía de la habitación, le pagaba una suite aparte. Incluso, a veces decía que estaba malo y que no entrase nadie. No sabíamos lo que hacia dentro», cuenta un allegado a la ex pareja.
Por si fuera poco, nos expone otro ejemplo de cómo buscaba librarse de pagar: «Fuimos al Asador de Guadalmina y cuando llegó la hora de pagar, se echa la mano en el bolsillo y dice ‘oh Teresita, solo traigo dólares’. Entonces qué pasó, que Teresa no llevaba dinero y tuvo que pagar una persona que comía con ellos».
Ahora que María Teresa Campos ya no está, Bigote Arrocet continúa hablando sobre una relación sentimental que le dio fama, pero sobre la que, por lo que sea, ha mantenido silencio durante los últimos años de la presentadora. Sobre por qué ella llegó a obnubilarse de esa manera, quien la conoce lo tiene claro: «Le encantaba físicamente, tenía mucha labia, era gracioso… se le caía la baba y era el hombre que mas le ha gustado en su vida…».