Belén Esteban desvela la última jugarreta de Toño Sanchís
Han pasado 4 meses desde que Belén Esteban pudo, por fin, entrar a la que fue casa de Toño Sanchís, pero aún hay detalles que no ha contado
La última -y definitiva- batalla entre Belén Esteban y Toño Sanchís la ganó la colaboradora. De hecho, la última vez que se habló de ella fue en la semana del 8 de marzo, cuando tras un duro y largo enfrentamiento judicial, la ‘princesa del pueblo’ pudo entrar por fin a la casa que había sido de su representante y que ella misma compró cuando salió a subasta.
En aquel momento se supo -y se pudo ver- que, el que fuera mánager, dejó la casa que había sido su hogar junto a su mujer y sus hijos, hecha una auténtica pocilga. Muebles abandonados, basura e incluso un congelador lleno y desenchufado con el consecuente olor a podredumbre fueron el ‘detallito’ de bienvenida que tuvo Sanchís con quien durante un tiempo fue «como una hermana para él». Pero hubo más.
Ha sido esta semana en ‘Sálvame’ cuando Belén Esteban ha revelado que Toño no solo dejó la casa hecha un desastre ‘por fuera’ ya que sus ganas de fastidiar y su rabia por lo que estaba ocurriendo eran tales que no dudó en cortar todos los cables de la residencia a fin de complicar todavía más la entrada de la colaboradora en su nuevo inmueble. “Es el corta-cables, cortó todos los cables pero ya está arreglado, me lo ha arreglado el marido de la Tina, me lo ha dejado a muy buen precio”.
A pesar de este nuevo dato, que confirma la rabia de Sanchís al haber perdido su hogar, la calma parece haber llegado a la vida de la ex de Jesulín de Ubrique. Junto a Miguel Marcos, su madre y su hija Andrea, Belén Esteban ha logrado una estabilidad personal y familiar que parece inalterable. El ámbito profesional es otra cosa.
La vuelta de Belén Esteban a su trabajo no ha sido como ella esperaba, y menos después de casi 90 días de confinamiento. Su brutal enfrentamiento con Jorge Javier Vázquez puso de manifiesto que los desencuentros entre la colaboradora y su equipo seguirán como hasta ahora y que lo mucho que se han echado de menos durante el estado de alarma no ha rebajado ni una milésima la potencia de sus caracteres, que llevan años chocando pero que siempre encuentran la manera de volver a encajar.