Las claves para entender el juicio por el que Arantxa Sánchez Vicario podría ir a la cárcel
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Arantxa Sánchez Vicario nunca se imaginó vivir esta situación. Sus palabras acusan al amor de tener que sentarse en el banquillo, pero lo cierto es que los datos hablan por sí solos. Hoy, martes 12 de septiembre, arranca el juicio que le podría llevar a la cárcel; juicio que terminará el próximo viernes y que también contará con la presencia de su ex marido, Josep Santacana.
El motivo de su cara a cara con la justicia
Para entender por qué la ex tenista se sienta hoy en el banquillo, hay que remontarse a los problemas con Hacienda que tuvo entre 1988 y 1989. Entonces, fijó su residencia en Andorra y comenzó la pesadilla. La Audiencia Nacional la condenó a pagar más de 3 millones de euros y, para hacer frente a la sentencia, pidió un aval al Banco Sabadell que, a su vez, fue contraavalado por el Banco de Luxemburgo. El problema llegó cuando dicho banco quiso cobrar el aval y se encontró con que Vicario no tenía ni una sola propiedad, declarándose así insolvente a pesar del patrimonio económico con el que contaba gracias a su trayectoria profesional en la pista.
Al no recibir lo que pedía, el banco extranjero interpuso una demanda contra Arantxa que la condenó a pagar más de 5 mil euros, más intereses. De nuevo, la ex tenista no pagó. Una vez más, el Banco de Luxemburgo interpuso otra demanda, pero esta vez ascendió hasta los 7.563.969,44 euros, y fue entonces cuando Vicario y su ex marido idearon ‘un plan’ para salir impunes, descapitalizando así su patrimonio.
La ‘solución’ que puso la ex tenista
Arantxa Sánchez Vicario contaba con un patrimonio de 30 millones, 18 de ellos en efectivos en cuentas bancarias y el resto en activos inmobiliarios. No obstante, cuando se vio cara a cara con la justicia, se deshizo de todas sus propiedades para declararse insolvente. Una jugada que, a juzgar por la situación actual, le salió mal.
La Fiscalía informó que la ex tenista era propietaria y beneficiaria de cinco propiedades y más de 15 viviendas en Cataluña y Baleares, además de locales, plazas de aparcamiento y terrenos. Pero optó por evitar su embargo vendiendo su patrimonio inmueble y liquidando sus empresas. Los acusados que actuaron de testaferros también se sientan hoy en el banquillo. Después de todos estos movimientos, la acusada abonó en 2019 al Banco de Luxemburgo un total de 715.990,45 euros para reducir su deuda y 195.146,64 euros un año después. Además, desde hace dos años, la ex tenista paga una cantidad al Banco de Luxemburgo en un intento de rebajar su pena y no ingresar en prisión. Según la ex tenista en una entrevista concedida para El País, entrega la mitad de sus ingresos e, incluso, ha renunciado a los seis mil euros mensuales que recibe de la ‘libreta de campeones’.
¿Qué pide la Fiscalía?
El banco extranjero presentó una querella en los juzgados de Barcelona por alzamiento de bienes. Ahora, Arantxa Sánchez Vicario se enfrenta a una pena de prisión por una deuda de 7 millones de euros, además de una indemnización al Banco de Luxemburgo de 29.442.071,27 euros a pagar, en diferentes cuantías, entre los implicados y las empresas de las que era beneficiaria la ex tenista. Eso sí, la acusada también ha señalado a su ex marido, José Santacana, como cooperador necesario al considerar que ha sido el encargado de liquidar todo el patrimonio de su ex mujer.