Tendrá que sentarse en el banquillo...

Arantxa Sánchez Vicario se enfrenta al partido más complicado

El Banco de Luxemburgo ha solicitado para la tenista y su exmarido, Josep Santacana, una pena de cuatro años de cárcel por alzamiento de bienes, además de una indemnización de más de seis millones de euros.

Arantxa Sánchez Vicario
Arantxa desea que se tramite en Miami para que así se pueda investigar qué ha sucedido con su dinero, gestionado íntegramente por Santacana, ya que la justicia española falló a favor de Santacana
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Tiempos convulsos para Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana. El Banco de Luxemburgo ha solicitado para la tenista y su expareja una pena de cuatro años de cárcel por alzamiento de bienes, además de una indemnización de 6.170.942 euros más intereses y costas procesales. Según ha adelantado el diario ‘La Vanguardia’, la entidad bancaria ha presentado ya en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Barcelona su escrito de conclusiones, al que se sumará el de la fiscalía y el de la defensa de ambos, en el que solicita formalmente que se abra juicio oral. Un nuevo varapalo para la campeona de Roland Garros, que tendrá que sentarse en el banquillo por esta acusación.

Las deudas de Sánchez Vicario con el Banco de Luxemburgo se remontan a 2009, cuando el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia Nacional que le obligaba a pagar 5,2 millones de euros por el impago de impuestos durante los años 1989 y 1993. La tenista había declarado su residencia en Andorra, pero la Justicia reveló que eso no era cierto y que estaba defraudando a la Hacienda española, por lo que debía abonar el pago de los impuestos correspondientes. Posteriormente se amplió la querella criminal a su entonces marido, Josep Santacana, como gestor de su patrimonio.

Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana

Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana. / Gtres

En 2010, el Banco de Luxemburgo reclamó a Sánchez-Vicario y a Santacana la devolución de un aval que la entidad había adelantado al Banco de Sabadell, pero sus cuentas estaban a cero. Al exigir la ejecución del aval por 5,2 millones y no obtener respuesta por parte del exmatrimonio, la entidad financiera recurrió a la vía civil. Entre 2010 y 2016, la leyenda del tenis vendió distintas propiedades a nombre de sociedades en España, islas Marshall y Uruguay, por las que podía haber ganado ocho millones de euros, según el Banco de Luxemburgo. Sin embargo, el dinero nunca ha aparecido y su paradero continúa siendo un misterio sin resolver.

Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana. / Gtres

El exmatrimonio, que se conoció en 2017, tendrá que sentarse en el banquillo. / Gtres

Ahora la expareja, que todavía está enfrentada por su separación, deberá sentarse en el banquillo para dar explicaciones y asumir las consecuencias de sus acciones. Arantxa y Santacana se conocieron durante una cena con amigos en 2007 y, tan solo un año después de este fortuito encuentro, decidieron darse el ‘sí, quiero’. “Tuve la certeza de que sería el padre de mis hijos. Ya aquella misma noche no paramos de hablar y, pocos días después de conocernos, supimos que lo nuestro iba a ser algo muy serio (…) Tal como esperaba, mi familia, padres y hermanos, se opusieron rotundamente”, escribe la extenista en ‘¡Vamos! Memoria de una lucha, una vida y una mujer’, la controvertida autobiografía que publicó en 2012. En ella, Arantxa Sánchez Vicario culpa a sus padres, Marisa Vicario Rubio y Emilio Sánchez, no solo de sus deudas con Hacienda, sino también de gran parte de sus problemas personales.

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