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Anabel Pantoja vuelve a Canarias para celebrar su boda con Omar Sánchez

  • Alba García
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Las últimas horas han sido difíciles y complicadas para Anabel Pantoja. Cuando apenas faltaban unas horas para su boda con Omar Sánchez, la joven recibía la noticia del fallecimiento de su abuela paterna, doña Ana. Inmediatamente, tanto ella como sus primos Kiko e Isa decidían abandonar La Graciosa, donde tiene lugar el enlace, y trasladarse a la península para darle el último adiós a su abuela. Un viaje que no estaba planificado y que terminó en la finca Cantora, donde los tres se reencontraron con Isabel Pantoja, a quien Isa y Anabel han arropado durante toda la noche de ayer mientras que Kiko abandonaba la casa un poco antes.

Anabel Pantoja junto a su prima Isa y Raquel Bollo ha regresado a Canarias / Gtres

Tras unas intensísimas horas en Sevilla, Anabel, con el corazón todavía roto por la muerte de su abuela, ha cogido un avión de regreso a La Graciosa para celebrar su ansiado enlace. Una ceremonia que ha cambiado tras el fallecimiento de doña Ana, pues Kiko ha optado por no asistir, pero que sigue adelante.

No ha viajado sola, sino acompañada de su prima Isa y de Raquel Bollo, que también regresó con ellas desde las Canarias. Las tres juntas, silenciosas y cabizbajas, han cogido el avión sin hacer declaraciones, aunque la novia sí que ha levantando el pulgar a los miembros de la prensa reunidos en el aeropuerto para indicar que está bien a pesar de todo.

Al igual que el viaje de ida, no han podido ir de manera directa hasta La Graciosa. Primero han cogido un vuelto destino Lanzarote, poco antes de las 17:00 horas de la tarde para, una vez en la isla bonita, como es conocida, coger un ferry hasta La Graciosa. Allí se reencontrarán con Omar Sánchez, la madre de Anabel, el hijo de Isa y su novio, Asraf, que decidió quedarse allí. Pero también con Belén Esteban, que el miércoles anunciaba que viajaría para presenciar la boda de su amiga.

Isa Pantoja ha acompañado a su prima de vuelta y estará en su boda / Gtres

Y mientras que ellas viajan hasta Canarias, Irene Rosales lo hace en sentido contrario. Tras la decisión de Kiko Rivera de no estar en la boda de su prima, la sevillana decidía hacer las maletas y volver a Sevilla con sus hijas. «Mi deber es estar al lado de mi marido», explicaba la joven antes de subirse al ferry.

Un homenaje muy emotivo

El último adiós a doña Ana ha sido diferente al de otras personas, pues en su caso no ha habido tanatorio y sus nietos, por ejemplo, ni siquiera pudieron verla por última vez pues cuando llegaron a Cantora su cuerpo ya había sido incinerado. Por eso las redes sociales se han convertido en la mejor ventana para mandarle un mensaje al cielo.

A las palabras de Kiko, que escribió su post el mismo miércoles, este jueves ha sido Anabel quien le ha dedicado unas bonitas palabras: «Gracias por dejarme ser tu nieta, por formar parte de la historia de tu vida y por darme tantos momentos que nunca jamás olvidaré. Ahora más que nunca conmigo, después de 35 años me visto de blanco, sé que estarás ahí y viendo si me queda bien o como estoy peiná te siento! Nos has dejado muy vacíos, pero muy llenos de ti. Tú gorda que te adora, para siempre 🖤💫».

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