Uno de los mayores pesares que tiene Alessandro Lequio es todo lo relacionado con su malogrado hijo: «Como imaginarás, esta situación, como todo lo relacionado con Álex, es tremendamente triste, es muy triste, y complicado, muy complicado», ha continuado diciendo. «Me produce tristeza y rabia que mi hijo sea el protagonista de la actualidad».
La postura de Alessandro siempre ha sido la misma en este periodo: «Me siento muy presionado porque sé que hay una gran expectación por lo que yo pueda decir, pero siento desilusionaros, porque no voy a comentar absolutamente nada. En la vida, cada uno lleva el luto como puede y cómo quiere. Cuando mi hijo murió el 13 de mayo de 2020, desde el primer momento, todos habéis sido testigos de que mi única opción ha sido el silencio. Nunca he comentado nada. Nunca he enseñado lo que yo sentía y nunca he dicho ni una sola palabra. Y eso es lo que voy a seguir haciendo».
Ni tan siquiera su viaje a Galicia en Semana Santa le sirvió para desconectar ya que allí viajaron reporteros que fueron en su búsqueda para preguntarle por la maternidad de Ana Obregón y su papel en toda esta historia.
Una de las pocas veces que ha roto su silencio es a raíz del famoso testamento de Álex: «Solo un matiz, creo que se equivoca porque un testamento ológrafo es un testamento escrito, no hablado… es un matiz importante. Lo que diga verbalmente no es un testamento ológrafo». Unas palabras que se interpretaron como un aumento de tensión entre Lequio y Ana Obregón, algo que él ha desmentido: «No hay ninguna mala relación. No hay nada que interpretar, todo bien. Paz y amor, cada uno con lo suyo».
Por último, hizo un grito desesperado a Ana Rosa Quintana: «Necesito no hablar más. Mi única postura, todo lo que piense y diga, quiero hacerlo en la intimidad de mi familia». Corren tiempos muy difíciles para Alessandro Lequio.