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Con un desplante a Trump

De abogada a primera dama: Michelle Obama celebra su 61 cumpleaños

Ha confesado que la terapia de pareja salvó su matrimonio

Lleva por bandera la lucha feminista y antirracista

  • Odina Sanz
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Michelle Obama celebra su 61 cumpleaños en una semana en la que ha cobrado especial relevancia tras romper una tradición. La ex primera dama no asistirá a la toma de posesión de Donald Trump, según lanzó su oficina en un comunicado: «El expresidente Barack Obama ha confirmado su asistencia a la 60.ª Ceremonia de Toma de Posesión. La ex primera dama Michelle Obama no asistirá», se podía leer en el mensaje oficial que no detallaba los motivos de su ausencia. No sorprende mucho su decisión teniendo en cuenta lo que opina de Trump.

Michelle Obama saludando a Donald Trump. (Foto: Gtres)

Su gran amor

Michelle Obama nació en Chicago en el seno de una familia de clase media. Estudió Sociología y Estudios Afroamericanos en la Universidad de Princeton. Se graduó en Harvard y empezó a trabajar en el bufete de abogados Sidley & Austin, donde conoció al que sería su marido, Barack Obama. Empezaron a salir y tras tres años de noviazgo se dieron el ‘sí, quiero’ en 1992. Fruto de su relación nacieron sus dos hijas, Sasha y Malia. Aunque parece una relación idílica, Michelle confesó que tuvieron que acudir a terapia de pareja porque se volvieron «irritantes y distantes cuando nuestras hijas eran pequeñas y nos sentíamos al límite». La ex primera dama afirmó que aquella decisión «salvó su matrimonio».

Barack y Michelle Obama. (Foto: Gtres)

La pérdida de su padre

La terapia salvó su matrimonio y Barack Obama le salvó del trauma que le supuso el fallecimiento de su padre, Fraser Robinson, que murió a los 55 años a causa de una la esclerosis múltiple que padecía, y dejó a su hija totalmente devastada.  «El dolor de perder a mi padre me creó un vacío del que aún no me he recuperado. Pienso en todo lo que nos dio y todo lo que no pudo ver», reveló Michelle.

Su paso por la Casa Blanca

Michelle y Barack Obama han intentado dar la mejor educación a sus hijas. La ex primera dama reveló en el documental ‘Mi historia’ de Netflix que Sasha y Malia «tenían que limpiarse su propia habitación en la Casa Blanca». Ser primera dama fue «el mayor honor de su vida» aunque también destacó la parte negativa. «Cada gesto que haces, cada parpadeo, es analizado. El mundo observa cada uno de tus movimientos. Tu vida ya no te pertenece», explicaba la mujer de Obama.

Retrato oficial de Michelle y Barack Obama. (Foto: Gtres)

Antirracista y feminista

En la citada serie hace alusión a la discriminación que ha sufrido a lo largo de su vida. «Me enteré de que una de mis compañeras de cuarto en la universidad se mudó porque a su madre le horrorizaba que yo fuera negra. Sentía que su hija corría peligro. Yo no estaba preparada para eso», y deja claro que este tipo de situaciones también se han dado al convertirse en primera dama. «Cuando fuimos elegidos muchos tertulianos pasaron por alto el racismo y el tribalismo que estaba destrozando nuestra nación. Barack y yo vivíamos siendo conscientes de que nuestra sola existencia era una provocación. Teníamos la esperanza de que la gente estuviera más preparada para nosotros de lo que quizás estaban». Michelle Obama mantiene una lucha contra el racismo y a favor del feminismo que intenta inculcar a sus hijas. «No podemos esperar a que haya igualdad en el mundo para empezar a sentirnos visibles. Eso todavía está lejos y no tenemos tiempo. No ocurrirá con un presidente, ni con un voto. Debéis encontrar en vuestro interior la forma de sentiros visibles, de que os escuchen y de poder utilizar vuestra voz», explicaba refiriéndose a la situación de la mujer.

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