Sánchez traslada a Madrid la cita con el PNV para huir de las protestas de los pensionistas en Bilbao

A veinte días para que se convoquen elecciones anticipadas, el presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, no quiere que nada pueda enturbiar las presiones sobre Podemos para que le den apoyo a un gobierno monocolor. Por eso, pese a que en su planificación inicial este miércoles Sánchez iba a viajar a Santander y Bilbao para reunirse con los dirigentes del Partido Regionalista de Cantabria y el Partido Nacionalista Vasco, la cita con el PNV se realizará finalmente en la sede del PSOE en Ferraz. Vascos y socialistas temían que la presencia de Sánchez en Sabin Etxea pudiese alentar a los pensionistas de Bilbao, muy activos en sus reivindicaciones, a manifestarse contra las políticas de pensiones del Ejecutivo socialista.

En Santander, Sánchez ha almorzado este mediodía con el presidente del PRC y del gobierno regional, Miguel Ángel Revilla, en un encuentro que tanto Moncloa como el PSOE califican de «encuentro privado» y del que se desconocen los detalles de donde se ha celebrado, aunque fuentes cercanas al presidente cántabro apuntan a que ha sido en las inmediaciones de la sede del Gobierno regional. Desde julio, Pedro Sánchez cuenta con el apoyo del único diputado del PRC, José Manuel Mazón, por lo que el encuentro con Revilla no ha sido más que un puro trámite de cortesía.

La reunión donde Sánchez se juega mucho es la que mantendrá con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el portavoz del grupo parlamentario vasco Aitor Esteban. Finalmente se hará en la sede federal del Partido Socialista, en la calle Ferraz de Madrid. Será a las seis de la tarde de este miércoles, aunque debido a la apretada agenda del presidente en funciones en Santander -ha empezado a comer con Revilla alrededor de las tres de la tarde-, el encuentro en Madrid difícilmente empezará puntualmente.