Sánchez oculta a Podemos su primer discurso en un Debate del Estado de la Nación como presidente

A última hora de este lunes, en el Palacio de la Moncloa, los escritores al servicio de Pedro Sánchez seguían ultimando los puntos del discurso que pronunciará en el Congreso de los Diputados. Es su primer Debate de Estado de la Nación y, por eso, hay que cuidar todos los detalles. Los discursos son una de las principales obsesiones del presidente. Ni él ni su equipo quieren perder la oportunidad de aprovechar la ocasión, para remontar en las encuestas tirando de la chequera. Habrá anuncios, explican, en la hora y media que se prevé que dure su intervención en la tribuna de oradores, pero pocos los conocen. Los que menos información tienen, según fuentes moradas, sus propios socios de coalición.

El jefe del Ejecutivo no ha compartido las propuestas, ni mucho menos el texto, con Unidas Podemos. Una falta de transparencia que ha molestado entre los socios minoritarios. Pero Moncloa se escuda en que «es un discurso del presidente». Desde hace una semana, tras la última crisis a cuenta de la disposición especial de 1000 millones para gasto militar sin informar a Unidas Podemos, la incomunicación es casi total -más allá de la coincidencia en actos-.

Hay expectación en las filas de la coalición progresista con lo que Sánchez pueda anunciar. Confían, explican en el entorno podemita, «que se centre en las medidas sociales que deben ser la razón de ser de nuestro gobierno». Sobre todo «medidas dirigidas a la clase media y trabajadora» vinculadas a la recuperación de la crisis económica actual.

Recuperar «el alma» que, según Yolanda Díaz, el Gobierno ha perdido en estos dos años y medio. En Unidas Podemos también esperan «que no haga mención alguna al aumento del gasto militar». Los de Díaz le han hecho saber que, sacar pecho de eso, «complicará mucho» la posición en su turno de réplica -que compartirán Pablo Echenique y Jaume Asens- de cara a justificar un trágala ante sus electores sin nada a cambio.

Por ahora, los dos socios se han prometido respeto mutuo en las intervenciones de los portavoces de cada partido, para evitar que vuelvan a aflorar las tensiones internas. Unos y otros reconocen que evidenciar la profunda división que existe, en un marco como el Debate del Estado de la Nación, puede ser letal en función del uso que haga de ello la oposición. Pero el tema del gasto en Defensa puede hacerlo saltar todo por los aires. En uno de los últimos borradores de este lunes había una mención a ello.

A pocas horas para que dé comienzo el pleno monográfico que radiografiará el país, la incomunicación entre socialistas y podemitas es total. Pese a que la semana pasada Yolanda Díaz pidió reunir de forma urgente la comisión de seguimiento del pacto de coalición, y hace unos días una reunión cara a cara con Sánchez para conocer los anuncios, no ha ocurrido ni una cosa ni otra. Ni tan siquiera una llamada entre el presidente y la vicepresidenta segunda. Algunos hablan de «ninguneo».

La base del discurso que pronunciará el presidente este martes es la segunda que se redacta en los últimos días. El viernes, tal como reveló OKDIARIO, el presidente rechazó el texto que le había entregado su jefe de gabinete Óscar López. Tirándolo al suelo. Apartó a su mano derecha del equipo redactor del discurso para dejarlo en manos de otros asesores que han estado trabajando todo el fin de semana. Este lunes el mismo Sánchez le ha dado el toque final.