El PSOE ha perdido 26.000 afiliados desde que Sánchez llegó al poder y la fuga arrecia con la corrupción

• Roberto Pérez @Robertoperezbc
• Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.
• • 27/07/2025 05:50
  • Actualizado: 27/07/2025 12:43

El sanchismo está dinamitando la militancia del PSOE. Desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa con la moción de censura contra el PP de la mano de los proetarras de Bildu, Podemos y los independentistas, el PSOE ha perdido 26.000 afiliados. De ellos, 4.400 han abandonado el partido del puño y la rosa durante el último año. En 2024, el PSOE perdió militantes a un ritmo de 370 menos cada mes. Sorprendentemente, sin embargo, la contabilidad oficial del partido refleja un impacto mínimo en la recaudación por cuotas de afiliados: una caída de un 5% de siete años a esta parte, pese a que la cifra de militantes se ha desplomado un 15%.

Tradicionalmente, los partidos tienden a aumentar sus afiliados cuando están camino de llegar al poder o asentados en él. En el caso del PSOE sanchista, sin embargo, esa dinámica se ha roto por completo.

Pedro Sánchez se afianzó como secretario general de los socialistas a costa de provocar una profunda división interna que desató una sangría en el censo de militantes desde el primer momento. Tras ser apartado del timón del partido en el otoño de 2016, Sánchez emprendió una nueva batalla para volver a ser secretario general del PSOE, una carrera en la que sus más estrechos compañeros fueron Santos Cerdán, hoy encarcelado por corrupción, José Luis Ábalos, imputado por lo mismo, y Koldo García, que se encuentra en idéntica situación procesal.

Con ese equipo de confianza –el grupo del Peugeot–, Pedro Sánchez volvió a hacerse con el timón del PSOE en mayo de 2017. Y un año después se instaló en La Moncloa con una moción de censura para –decía– luchar contra la corrupción. Aquella maniobra prosperó gracias a las alianzas que Sánchez trabó con los mismos que le sostienen en el poder en estos momentos, pese a la corrupción que le acorrala en su ámbito familiar, en el gubernamental y en el del partido.

Sus compromisos sistemáticamente incumplidos –indultó a los cabecillas de la revuelta independentista catalana, formó gobierno de coalición con Podemos, aprobó la Ley de Amnistía…–, junto a la conversión del PSOE en una organización al servicio personal de Sánchez a costa de sacrificar las posiciones socialdemócratas, ha ido en paralelo a la masiva fuga de afiliados.

El 1 de enero de 2018 el PSOE tenía 174.853 militantes, según su censo oficial. Doce meses después, cuando Sánchez ya llevaba medio año en La Moncloa, la cifra se había desplomado a 170.938, unos 4.000 menos.

Aquella pérdida masiva de afiliados se ha mantenido e incluso agravado desde entonces. El 31 de diciembre de 2023, el censo oficial del PSOE recogía 152.913 militantes, y doce meses más tarde, el pasado 31 de diciembre de 2024 –último dato facilitado por el partido– quedaban 148.470.

La recaudación por cuotas

Esto significa que en siete años, con Sánchez en el poder, el PSOE ha perdido el 15% de su militancia. Y la tendencia sigue sin tocar fondo. Al ritmo que desaparecieron afiliados en 2024, supondría que del 1 de enero a finales de este mes de julio el PSOE habría perdido otros 2.500, lo que dejaría la cifra en estos momentos en apenas 146.000 militantes, frente a los prácticamente 175.000 que tenía el Partido Socialista cuando Pedro Sánchez se instaló en La Moncloa.

Esta masiva pérdida de afiliados ha conllevado una pérdida de ingresos por cuotas. Eso sí, sorprendentemente, el impacto en la recaudación no casa con esa masiva fuga de militantes: en siete años el censo de afiliados del PSOE ha caído ese 15%, mientras que la recaudación por cuotas de militantes sólo ha descendido un 5%. En 2018 el partido de Pedro Sánchez declaró haber ingresado por cuotas de afiliados 10,29 millones de euros; en 2024, 9,73 millones.