Pocos minutos habían pasado desde que se habían filtrado los resultados de las primarias del PSC que le daban la victoria el ‘pedrista’ Miquel Iceta sobre la también ‘pedrista’ Núria Parlon y el defenestrado líder socialista tecleaba en su móvil desde su viaje a Estados Unidos: «Enhorabuena a Miquel Iceta y a Núria Parlon por este ejemplar ejercicio democrático. Hoy y siempre defenderemos el voto de los militantes».
Pedro Sánchez dimitió como secretario general del PSOE hace sólo dos semanas, cuando en el último Comité Federal de la formación, y tras horas de broncas, gritos, manifestaciones a la puerta, algún que otro incidente y lloros en la sala de reuniones, perdió la votación que había propuesto para la convocatoria inmediata de un congreso exprés antes de fin de año con primarias en este mismo mes de octubre.
Más allá de que Sánchez hubiera cosechado los dos peores resultados electorales de la historia del PSOE en unas elecciones generales, los barones acusaban al antiguo líder socialista de haber abrazado las tácticas populistas basando su liderazgo en apelar a los instintos más básicos de la militancia. Sánchez logró hacer creer que él era el único dirigente que escuchaba a las bases y que eso significaba rechazar a Rajoy como presidente del Gobierno. Lo que colocaba a quienes querían hacerlo caer por el hundimiento del PSOE en las expectativas de voto y de poder como los que querían entregar el poder a la derecha. «Una dicotomía injusta y falsa», como se empeñaron en reivindicar los entonces críticos.
Pedro Sánchez en el vuelo entre Los Ángeles y San Francisco.
Pero la peor acusación a la que hacía frente Pedro Sánchez y sus seguidores en el PSOE era la de que estaban flirteando con Podemos y los secesionistas. Al punto de que el presidente de la gestora que tomó las riendas del partido tras la caída del secretario general denunció que la formación había sufrido un proceso de «podemización» en los últimos meses.
De hecho Parlon, la derrotada en las elecciones con la militancia catalanas, ha defendido al ex líder socialista en estos últimos días incluso preguntándose públicamente en la campaña «qué miedo puede tener el PSOE en ‘podemizarse’». Entretanto, tanto ella como el ganador de las primarias, Miquel Iceta, han insistido en que los diputados del PSC integrados en el Grupo Socialista en el Congreso mantendrían el «no es no» a Mariano Rajoy, «diga lo que diga el Comité Federal» que convocará Fernández en los próximos días… «y si nos sancionan, se paga la sanción y a otra cosa».
Este sábado, Pedro Sánchez ha agradecido la lealtad de sus compañeros socialistas de Cataluña, con los que había sellado un pacto de defensa mutua rompiendo un silencio en asuntos políticos mantenido en su cuenta de Twitter desde hace 12 días.
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