De ‘masterchef’ a pinche de cocina: Tezanos no dio ni una en su encuesta del 10-N

Los resultados de las elecciones de este 10 de noviembre confirman el escaso tino demoscópico de José Félix Tezanos. En su último barómetro de cara a los comicios, publicado el pasado 30 de octubre, otorgaba al PSOE una victoria holgada, con una horquilla amplia de entre 133 y 150 escaños. Tezanos no acertó ni por arriba ni por abajo. Pedro Sánchez se ha quedado en 120 diputados, tres menos de los que logró el 28-A.

El escenario dibujado por Tezanos permitía al PSOE sumar mayoría absoluta tanto con Podemos como con Ciudadanos, el anhelo de Sanchez. El CIS daba a la formación de Albert Rivera entre 27 y 35 escaños. Pero la realidad es dramática para el partido naranja: se ha quedado en 10, sexta fuerza, incluso por detrás de ERC. Según Tezanos, los naranjas serían cuartos.

Al Partido Popular, Tezanos le otorgaba un resultado máximo de 81 diputados (y un mínimo de 74). Es decir, siete menos -en el mejor de los casos- de los que ha sacado en estos comicios (88).

Patinazo con Vox

Aunque es el pronóstico de Vox el que confirma la ineficacia del CIS en cuanto a pronósticos electorales. Tezanos lo colocó hace menos de dos semanas como quinta fuerza, con entre 14 y 21 escaños. Muy lejos de los 52 que ha logrado la formación de Santiago Abascal, ya el tercer partido en el Congreso.

Los resultados de Podemos también corroboran la nula puntería del barómetro. Tezanos pronosticó para Iglesias un tercer puesto, y una horquilla de entre 37 y 45 diputados. La realidad es que los morados son cuartos, con 35 escaños. Dos menos que en las peores expectativas del CIS.

El sondeo se realizó antes de la sentencia del procés, los disturbios violentos en Cataluña y también antes de la exhumación de Franco. Acontecimientos con gran impacto en los resultados. Los resultados del CIS se desviaban ya entonces notablemente de la mayoría de las encuestas privadas conocidas en aquellos días.

De hecho, ni el propio Tezanos se creía sus resultados. En el mismo barómetro admitía que no era «en absoluto» un «modelo de pronóstico de los resultados de las elecciones».

«No supone ni proporciona por sí mismo ninguna proyección de hipotéticos resultados electorales», reconocía.

«Es una medición del estado del sistema de electorados para las elecciones generales del 10 de noviembre», «un diagnóstico en foto fija de las dinámicas que experimentan los electorados», «no es en absoluto un modelo de pronóstico de los resultados de las elecciones», decía el presidente del CIS.

Según Tezanos, no era «metodológicamente realista efectuar ejercicios de prospectiva electoral», debido a «la volatilidad» del sistema político con «la incorporación de nuevos partidos políticos», además de «la importancia que han adquirido las campañas electorales».