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Fuerzas Armadas

Los generales de Vox alertan de que España se queda sin submarinos e indefensa ante Argelia y Marruecos

España tiene un problema en su flanco sur. Así lo entienden los diputados de Vox que forman parte de la Comisión de Defensa en el Congreso de los Diputados, entre ellos prestigiosos ex generales, que esta semana han presentado una proposición no de ley en la que alertan de que la situación de los submarinos de la Armada es «espeluznante» -sólo le quedan dos en servicio y son de los años 80- y que el Ejército, en esas condiciones, tiene muy complicado hacer frente a una hipotética amenaza por parte de Marruecos y Argelia. Dos países que en la última década han modernizado su armamento tras invertir miles de millones en adquirir submarinos, cazas y misiles.

Entre los firmantes de esta propuesta se encuentran algunos de los ex generales de distintos Cuerpos de las Fuerzas Armadas que hoy forman parte de la bancada de Vox: el general de Brigada de Infantería de Marina Agustín Rosety Fernández de Castro, el general de división del Ejército de Tierra Alberto Asarta y el teniente general de Ejército del Aire Manuel Mestre. Tres ex mandos militares que ocuparon cargos de gran relevancia estratégica, con décadas de servicio a sus espaldas y con amplio conocimiento de la defensa nacional. Pueden considerarse, abiertamente, voces autorizadas en la materia.

«Con casi 8.000 kilómetros de costa, dos teatros de operaciones marítimos (Mediterráneo y Atlántico) y un punto estratégico como el Estrecho de Gibraltar, es evidente que la situación que vive el arma submarina de la Armada es escalofriante. Estas son las consecuencias de la abulia palmaria que este Gobierno demuestra hacia la Defensa Nacional», han advertido los diputados de Vox en el Congreso.

España tiene, recuerdan los diputados de Vox, tan sólo dos submarinos activos en este momento. Se trata del S-74 Tramontana y el S-71 Galerna, botados y puestos en servicio ambos en el primer lustro de la década de los 80. Un número a todas luces insuficiente para un país con intereses estratégicos en dos mares y un océano.

Además, indican desde Vox, «el primero de los buques está inmovilizado desde julio de 2017 para someterlo a una gran carena, una obra que supone desmontarlo pieza a pieza con el objeto de alargar su vida útil. El quid de esta situación reside en que el buque fue diseñado para soportar cuatro actuaciones de este tipo. La que ha decido realizar la Armada es la quinta. Además, para más inri, la obra está requiriendo un plazo mayor y, en consecuencia, un mayor coste del esperado. Por tanto, la Armada no podrá contar con el Tramontana hasta finales del 2021».

Mientras, la Armada aún está a la espera de los nuevos submarinos S-80, tres modernas unidades que acumulan cerca de una década de retrasos y que, debido a la crisis del Covid, podrían sumar más meses o incluso años a los plazos de entrega.

Rearme de Marruecos y Argelia

«La escasez de recursos que vive el Ministerio de Defensa español desde los últimos años, ha permitido a países vecinos como Marruecos y Argelia, reducir el gap existente entre nuestras Fuerzas Armadas y sus homólogas argelinas y marroquíes», explican.

A continuación pasan a detallar, pormenorizadamente, esa modernización que han experimentado los dos vecinos del sur: mientras España aún «no se ha recuperado» de la anterior crisis a nivel de presupuestos de defensa, tanto Marruecos como Argelia -rivales directos en la zona- se han lanzando en la última década a un rearme sin precedentes.

El gasto militar de Argelia se ha disparado un 157%. «Ha dado un salto cualitativo en su capacidad de disuasión al situarse como el único país del Mediterráneo, junto con Israel, con capacidad de lanzar misiles de ataque a tierra desde submarinos, concretamente desde sus dos nuevos sumergibles de la clase 636 (versión modernizada de los rusos Kilo). Sólo EEUU, Rusia, China, Corea del Norte y Reino Unido poseen la referida capacidad», analizan. «Cada vez que Corea del Norte realiza una de estas pruebas levanta las consecuentes reacciones en los países vecinos», recuerdan los diputados. Argelia tiene en estos momentos un total de 6 submarinos de fabricación rusa tipo Kilo y planifica la compra de otros dos.

Marruecos, en cambio, no tiene submarinos. Pero sin embargo sí ha dado un salto cualitativo a su armamento con la compra de «decena de misiles aéreos antibuque AGM-84-L Harpoon Block II» a Estados Unidos, con los que arma a sus nuevos cazas F-16. Dispondrá, próximamente, de alrededor de medio centenar.

Cazas F-16 de Marruecos.

Además, Marruecos lleva años poniendo a punto su nueva base naval estratégica en Ksar Shgir, una zona próxima al puerto de Tánger desde la que operan varias corbetas de reciente fabricación y una nueva fragata FREMM adquirida a Francia especialmente diseñada para cazar submarinos.

España, «punto estratégico»

«La situación geográfica de nuestro país, con un punto estratégico como el Estrecho de Gibraltar y con dos archipiélagos como el de Canarias y Baleares, junto a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, hacen del Mar de Alborán un escenario incómodo para las marinas, dado el espacio crecientemente limitado para maniobrar a medida que se aproximan al Estrecho de Gibraltar, y acercándose a la costas desde donde pueden recibir ataques», detallan los diputados firmantes de la propuesta.

«Es por ello que se torna imperativo para España desarrollar una estrategia que sea capaz de mantener la superioridad de nuestras Fuerzas Armadas en el Flanco Sur Peninsular que incluye Baleares, Mar de Alborán, Ceuta, Melilla, Estrecho de Gibraltar, Isla Perejil y Chafarinas, Peñones de Alhucemas y Vélez y Canarias», advierten.

Por todo ello, instan al Gobierno a aumentar el presupuesto de defensa nacional hasta cumplir con el 2% que exige la OTAN -cifra muy por encima de la actual presupuestada- y a adquirir «200 unidades» de misiles antibuque de largo alcance «AGM-158C» para los buques de la Armada y para los aviones F-18 del Mando Aéreo de Canarias. Aeronaves adquiridas de segunda mano a la marina estadounidense y que ya acumulan una obsolescencia técnica y tecnológica significativa.

Además, piden aumentar la adquisición de nuevos submarinos S-80, pasando de los tres actuales a seis unidades.