Ayuso aventaja en 10 escaños a toda la izquierda junta pese a su intento de derribarla con la Sanidad

• Luz Sela
• Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.
• • 20/02/2023 06:48
  • Actualizado: 20/02/2023 09:17

Isabel Díaz Ayuso sigue imparable en la carrera hacia las urnas en la Comunidad de Madrid. Si la izquierda pretendía erosionar sus expectativas electorales abriendo una guerra política por la Sanidad, los datos reafirman la confianza de los ciudadanos en la gestión de la presidenta madrileña. De celebrarse hoy las elecciones, el Partido Popular lograría 67 escaños, a dos de la mayoría absoluta, y Ayuso podría reeditar sin problemas su mandato. Según la encuesta de Data10 para OKDIARIO, lograría 10 diputados más que los que suman juntos Más Madrid, PSOE y Podemos.

La protesta política contra Ayuso, que lideran Mónica García (Más Madrid) y Juan Lobato (PSOE), no consigue su objetivo partidista. La presidenta madrileña, incluso, lograría dos escaños más de los que tuvo el 4-M, enfilando así una nueva victoria histórica. Cuenta con el apoyo del 46,8% de los votantes, 2 puntos más que entonces. O, lo que es lo mismo, recibirá la papeleta de 1.737.216 madrileños.

La ventaja sobre sus adversarios políticos es indudable. Mónica García se queda con 26 escaños (18,3%) y los ataques de la líder de Más Madrid apenas repercuten en las urnas: sólo suma dos diputados más que en 2021. Peor aún es el escenario para el PSOE que, con 24 asientos (17,1%), se mantiene exactamente igual que en el 4-M, cuando firmó un descalabro histórico. El candidato, Juan Lobato, apenas consigue incrementar los apoyos a su partido en un 0,3%.

Los socialistas tampoco pueden arrebatar a Más Madrid el papel de principal partido de la oposición, pues la formación de Mónica García les aventaja en 1,2 puntos y 2 escaños. Amplía así su distancia con el resultado del 4-M, cuando ambos empataron con 24 diputados. Lastrado por la gestión de Pedro Sánchez, el PSOE se tiene que conformar con ser la tercera fuerza política en el arco parlamentario madrileño.

La lista de Podemos e Izquierda Unida, por su parte, rascaría una representación irrelevante, con un 5,3% del voto y 7 diputados -superando por la mínima el umbral del 5% que se exige para entrar en la Asamblea de Madrid- mientras Ciudadanos, con un 1,8%, se queda fuera. Vox, con 12 escaños, resiste como puede el tirón del PP y pierde un diputado (8,3%).

La actual presidenta madrileña podría encarar así una investidura cómoda, pues todo el bloque de la izquierda sumaría 57 escaños, 10 menos que ella. Traducido en votantes, 226.432 menos. De esta forma, únicamente si Vox se une a Más Madrid-PSOE-Podemos-IU existiría una alternativa, aún así improbable. Ese conglomerado antiAyuso sólo rascaría dos escaños más que la dirigente popular.

Protesta política

Con estos datos, Más Madrid, PSOE y Podemos ven cómo se les atraganta su objetivo político de desbancar a Ayuso convirtiendo la Sanidad pública en un arma electoralista.

Las dos manifestaciones alentadas por los candidatos de la oposición, una en noviembre y otra el pasado fin de semana, acabaron siendo un reguero de insultos contra la dirigente popular, con gritos de «asesina», «Ayuso nos mata» o incluso «terrorista sanitaria», como se refirió a ella el candidato de Podemos a la Alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor.

Según Díaz Ayuso, lo «único que demuestra» esta protesta política «es la frustración de la izquierda». La Consejería de Sanidad ha respondido a este ataque afirmando que Madrid es la región con mayor cobertura horaria en Atención Primaria en la Sanidad pública y el tiempo medio de espera en Primaria es la mitad de la media nacional.

El uso partidista de la Sanidad ha enfriado aún más las relaciones que la presidenta madrileña mantiene con Vox, tocadas desde que decidió tumbar los Presupuestos regionales. Ayuso ha acusado a Rocío Monasterio de «poner zancadillas a un Gobierno estable» y ha recriminado su apoyo a las protestas de la izquierda. Los de Abascal, no obstante, no tendrían ninguna capacidad de condicionar el Gobierno regional tras unos nuevos comicios.