Tensión en las cuentas: los ingresos por impuestos propios de las CCAA se hunden en casi 800 millones

La recaudación de los impuestos propios de las comunidades autónomas también se ha hundido durante la crisis del coronavirus en casi 800 millones de euros sólo hasta abril. Aunque el Gobierno ha inyectado recientemente dinero a las regiones, lo cierto es que algunas autonomías -las que han afrontado un mayor golpe en sus cuentas durante el estado de alarma porque tienen las competencias de sanidad- podrían volver a afrontar dificultades de liquidez en un futuro no muy lejano. La caída de los ingresos propios no es un buen presagio para su autonomía financiera.

Por ejemplo, el último informe de ejecución presupuestaria de abril de Hacienda muestra que los derechos reconocidos por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se hundieron un 18,64%, 176,80 millones de euros de pérdida. La razón esgrimida por el departamento de María Jesús Montero: «Los aplazamientos, fraccionamientos o la suspensión de plazos para hacer efectivos los importes de las correspondientes liquidaciones». Los impuestos de Sucesiones y Donaciones en conjunto ingresaron en los primeros cuatro meses del año 771 millones.

Asimismo, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD) se redujo en 485,72 millones de euros, un 16,76% en términos relativos. Estas figuras fiscales recaudaron hasta abril 2.411 millones, pero esta cuantía podría seguir reduciéndose en el futuro cercano.

Por su parte, los ingresos registrados correspondientes al Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte retrocedieron en 6,95 millones de euros, un 3,84%. Ingresaron en conjunto 174 millones.

Hacienda reconoce en el informe que «en estos impuestos, así como en el resto de tributos de gestión propia se aprecia ya en abril, con carácter general, la reducción de la recaudación derivada de las suspensiones, aplazamientos y fraccionamientos que se han autorizado como consecuencia del COVID, así como, en determinados casos, de la menor actividad a que ha dado lugar la pandemia».

Asimismo, los tributos sobre el juego se redujeron en un 24,21%, 100,94 millones de euros. Un fuerte desplome que puede ser consecuencia del parón de actividad durante la crisis y de las restricciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón. En conjunto estos impuestos aportan a las arcas autonómicas en lo que va de año 316,09 millones de euros.

Tensiones de liquidez

Esta caída de la recaudación evidencia que las amenazas sobre la liquidez para las comunidades autónomas no han acabado tras el fondo que ha puesto sobre la mesa el Ejecutivo.

De hecho, varios presidentes autonómicos advirtieron en la Conferencia de Presidentes telemática en la que se abordó este asunto que los 16.000 millones no sería suficientes. Algo que quedará aún más evidencia en la segunda mitad del año si se produce un rebrote del coronavirus, que volvería a elevar el gasto sanitario y a tensionar las cuentas públicas.

Aunque este dinero puesto sobre la mesa por el Consejo de Ministros sí que ha evitado que en pocos meses algunas regiones empezaran a tener graves problemas de tesorería -incluso las más saneadas-, la caída de la recaudación propia indica que esta crisis está mermando la autonomía financiera de las regiones.