Podemos sí entiende de clases: su política fiscal destruye la equidad entre ricos y ricas

La izquierda acostumbra a denunciar toda diferencia vigente entre hombres y mujeres. Sin embargo, la lucha feminista calla cuando la mujer que destaca es de sangre azul o cuando el expolio fiscal no se practica sobre la pobre, sino sobre la rica. El patrimonio de las españolas más adineradas alcanzó su clímax en 2022, cuando casi logró la igualdad real con ellos. Pues bien, en apenas 10 meses, el Gobierno que vino a acabar con las desigualdades, ha destruido la equidad entre millonarios y millonarias. Y es que jamás habíamos tenido en España el mismo número de ricos y ricas: hasta el año pasado. Pero no ha durado ni un ejercicio fiscal. La izquierda ha tumbado también esta victoria feminista.

Este lunes, la revista Forbes anuncia la caída de un 20% de las mujeres que en 2022 figuraban en su lista de ‘Los 100 españoles más ricos’ de España. El año pasado, se estuvo a punto de rozar la equidad, con 59 de ellos y 41 de ellas. Si bien Sandra Ortega, la primogénita del fundador de Inditex,  continúa siendo la mujer más rica de España, se queda sola en el ‘top 10’, en el segundo puesto, detrás de su padre. María del Pino-Calvo Sotelo y Alicia Koplowitz retroceden a la posición número 11 y 12, respectivamente.

Al final va a resultar que este feminismo progre sí apoya la meritocracia. O quizás sólo la banalice para centrar su discurso en las mujeres de ciertas clases sociales, las que tienen menos oportunidades y por ende, en quienes mejor cala el discurso populista. Mujeres en puesto de poder sí, Leonor no. Ayudas fiscales sí, a la señora Ortega que crea puestos de trabajo, no.

Y es que, desde que la izquierda gobierna España, el porvenir de las mujeres ha empeorado. Según datos de la OCDE, nuestro país continúa siendo el segundo -sólo superado por Grecia- con la brecha en el desempleo entre hombres y mujeres más alta. Si hablamos de paradas, los datos son aún peores: la tasa de paro femenino es de 30,8 y ocupa el segundo lugar más alto de la eurozona -de nuevo, por debajo de los griegos-, suponiendo más del doble de la media de la Unión Europea (14,5%).

Además, la proporción de españolas que deciden no incorporarse a la fuerza de trabajo remunerada por dedicarse a tareas domésticas es claramente superior a la de los hombres que toman una decisión idéntica. Es decir; los hábitos no han cambiado muy a pesar de las medidas que ha acometido la izquierda en los últimos cuatro años.

Pero volvamos a las españolas millonarias. Según Forbes España, la riqueza total de todas ellas roza los 47.000 millones de euros, un 75,5% menos que la de los 100 hombres más ricos que acumulan 193.813 millones de euros. Una caída de un 20% acaecida en tan sólo un año. Y no es que toda esa riqueza haya parado en manos de las mujeres más pobres, sino y para el pesar de Podemos, en el patrimonio de los hombres más ricos.

Del análisis de estos cuatro años de Ejecutivo frankestein sacamos en claro que ni a las pobres ni a las ricas les va mejor con el discurso de expolio fiscal. Imaz y Botín ya han alertado de la fuga de inversiones, y con su marcha, del pleno desempleo para todos. La izquierda de salón siempre tuvo clases.