La otra razón del gatillazo del Gobierno con el precio de la luz: la compensación a las gasistas

El ridículo espantoso que ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez con el tope al gas para bajar el recibo de la luz -que, en vez de rebajarlo, lo ha encarecido todavía más- se debe a dos razones principales. Una es la incapacidad del Ejecutivo para anticipar que se iba a disparar la demanda de electricidad subvencionada por España en Francia, como explica hoy OKDIARIO. La otra es que la compensación que los consumidores deben pagar a las gasistas se ‘come’ todo el descuento logrado por la «excepción ibérica».

Este ajuste pretende compensar a las centrales que generan electricidad con gas (ciclos combinados) por la diferencia entre los 40 euros del tope impuesto por el Gobierno y el precio del gas en el mercado internacional, que este martes se encuentra en casi 100 euros (es decir, hay que pagar a las gasistas cerca de 60 euros por MWh y hacen falta dos MWh de gas para generar uno de electricidad).

Esta compensación la pagan inicialmente sólo los clientes del mercado regulado (los que pagan el PVPC, precio de venta al pequeño consumidor, que se calcula en la subasta diaria), que son los que se benefician de la rebaja y son en torno a un 30% de los consumidores. Es decir, son pocos. Y al repartir este coste entre pocas personas, cada una debe asumir una parte elevada del mismo.

Esto explica que la citada compensación a las centrales de gas alcanzara este martes -que marca los precios para hoy- 59,27 euros por MWh, mientras que el precio medio de la luz en la subasta sólo bajó 48,46 euros respecto al el lunes. Por tanto, el efecto neto fue una subida -no bajada- de 10,81 euros en el precio de la luz frente al día anterior. El precio real de la luz este 15 de junio será de 224,86 euros el MWh como media. Y en algunas horas esa compensación se acerca a los 80 euros.

Mercado libre

En el futuro, pagarán también los que están en el mercado libre -los que tienen un contrato a plazo con precio fijo- según vayan teniendo que renovar su contrato; el Gobierno ha tomado como fecha para que empiecen a entrar en la compensación los contratos que venzan desde el 26 de abril. Es decir, cuanto más tiempo pase, más contratos irán venciendo y la compensación al gas se repartirá entre más personas, con lo que cada una ‘tocará’ a menos. Y llegará un momento en los próximos meses -sólo el Gobierno sabe cuándo- en que el tope al gas sí suponga una rebaja en el precio diario de la electricidad.

Las eléctricas han tachado este sistema de injusto porque pagarán aquellos que no se benefician de la rebaja al tener un precio fijo en sus contratos. De hecho, al incluir este coste, el precio ya no podrá ser fijo, puesto que variará cada mes en función del precio del gas y del número de personas que paguen el ajuste. Por último, hay clientes que tienen contratos a más de un año que nunca asumirán este gasto, ya que la medida finalizará por exigencia europea el 31 de mayo de 2023.