El Gobierno calla a días del 23J ante la amenaza de Francia de robar producción de Stellantis a España

El Gobierno no quiere problemas antes de las elecciones generales. A tan sólo 16 días de la celebración de los comicios nacionales del próximo 23 de julio, Pedro Sánchez evita pronunciarse sobre la guerra iniciada por el Ejecutivo de Emmanuel Macron para robar nuevas adjudicaciones de modelos eléctricos a las plantas de Stellantis en España, donde el gigante automovilístico prevé que se ensamblen los coches pequeños propulsados por motores cero emisiones. Una amenaza para el sector de la automoción español, que se enmarca en el plan de Francia para relocalizar fabricación de sus principales marcas de coches como ya hizo con Renault y ahora quiere repetir con Peugeot o Citroën.

Así lo han criticado fuentes cercanas al proceso en conversaciones con este diario, que han señalado que «hay estupor en el sector de la automoción por el silencio administrativo del Gobierno de Pedro Sánchez ante la amenaza que ha puesto Francia encima de la mesa para quitar a las fábricas españolas de Stellantis, ubicadas en Vigo, Zaragoza y Madrid, lo que podría en riesgo la llegada de la plataforma STELA para la producción de vehículos eléctricos pequeños pese a la alta competitividad de las instalaciones con las que cuenta en grupo en España».

Justo esta semana la multinacional automotriz Stellantis ha presentado la primera de las cuatro plataformas que tiene previstas para fabricar vehículos eléctricos, destinada a los conocidos como segmentos C y D que podrían representar para este grupo hasta dos millones de vehículos anuales. Ingeniería a través de la que se ensamblarán los vehículos en Francia.

Sánchez no contesta

Pese a lo que se juega el sector de la automoción con esta adjudicación -Stellantis produce la mitad de los coches que se ensamblan en España con más de un millón de unidades al año-, Sánchez no ha querido contestar al ministro de economía de Emmanuel Macron -Bruno Le Maire- que ha manifestado públicamente, también en privado con el propio CEO de la compañía Carlos Tavares, su intención Stellantis no se limite a fabricar en el país coches eléctricos de gama alta, sino que se esfuerce por hacerlo también con modelos pequeños destinados a las clases medias, a pesar de que esto es insostenible en términos de competitividad.

Alerta por la producción de Stellantis

«Estamos preocupados, el Gobierno toma decisiones dentro de la empresa, ya que cuenta con un porcentaje de las acciones del grupo, concretamente con el 6%», confiesan las citadas fuentes. Ante esta situación, piden al Ejecutivo de Pedro Sánchez que mueva ficha para evitar comprometer la viabilidad de las factorías que emplean de forma directa e indirecta a más de 100.000 personas, que calla a pesar de vender en Europa que trabaja para que España sea el gran hub de la electrificación en Europa.

No obstante, lo que más preocupa es que el Gobierno francés ya lo consiguió con Renault en el año de la pandemia, que apostó pro producir todos sus modelos eléctricos en territorio galo y dejar para España aquellas adjudicaciones con motores de combustión. Esto es, los coches propulsados por motores de gasolina, diésel, híbridos e híbridos enchufables como es el caso del Austral y el Espace -ambos ensamblados en la fábrica de Palencia-.