Zidane se queda sin fondo de armario: el plan B ha muerto
Zinedine Zidane continúa sin montar un equipo fijo y sigue recurriendo a bastantes cambios en cada partido, algo que no le está dando resultados como sí le dio en la 16-17
Zinedine Zidane no atraviesa su mejor momento como entrenador del Real Madrid. El técnico francés no termina de dar con la tecla esta temporada -en la que ya han sufrido dos derrotas- con el once inicial y continúa rotando y haciendo varios cambios en sus alineaciones respecto a los partidos anteriores.
Cierto es que en este tramo del curso las lesiones de Hazard, Ramos o Carvajal, entre otros, han condicionado las alineaciones de Zinedine Zidane. En sus alineaciones han aparecido diferentes caras cada jornada y ni unos ni otros han conseguido brillar y ejecutar bien las órdenes tácticas y premisas que les da el entrenador francés antes de disputar los partidos.
Los casos más recientes son los dos partidos que ha perdido de forma consecutiva en el Alfredo di Stéfano: Cádiz y Shakhtar Donetsk. En ambos encuentros Zidane sorprendió, sobre todo en el choque liguero, y tanto frente a los gaditanos como ante los ucranianos, la imagen que ofreció el Real Madrid fue muy pobre. Esta falta de conexión entre los futbolistas puede ser debida a que continuamente tienen a un compañero diferente al lado ya que Zidane no apuesta por un once tipo.
Parece que Zidane ha querido seguir con las rotaciones emulando el sistema que tanto éxito tuvo en la temporada 16-17 en la que se popularizó el mítico plan B. En aquellas variaciones, un equipo cumplía en la Liga y el otro en la Champions. El resultado fue levantar el título en ambas competiciones. Algunos de aquella plantilla, como Cristiano Ronaldo o Gareth Bale se han ido, pero otros continúan en el equipo, pero con tres años más.
Desde que Zinedine Zidane regresase al Real Madrid en su segunda etapa no ha repetido ni un once. Son prácticamente 60 partidos en los que no ha encontrado o no ha querido formar un once fijo, sujeto obviamente a algún ligerísimo cambio, con el que dar estabilidad al equipo y crear una conexión con la que poder volver a pelear por la Champions League como en sus primeros años al frente del conjunto merengue.