Zidane da con la tecla
Zidane logra encontrar la estabilidad en cuanto a juego y resultados gracias a un bloque muy definido de jugadores. El técnico ha dejado atrás las sorpresas y cambios incomprensibles en sus onces. En los últimos cinco partidos, sólo ha utilizado a 14 jugadores como titulares
Zinedine Zidane ha cambiado definitivamente su forma de gestionar el Real Madrid. El técnico madridista ha encontrado la estabilidad en cuanto a juego y resultados al depositar la confianza en un bloque muy definido. El Madrid ha recuperado su mejor versión y lo ha hecho con un equipo titular muy reconocible, dejando atrás las rotaciones masivas y las oportunidades para los que no están en un buen momento. Una fórmula que tiene muchos pros, pero también varios contras.
Hace apenas dos semanas, el entrenador se jugaba su puesto. El conjunto blanco se jugaba su futuro en la Champions League y sus opciones en Liga, en una semana que podía ser dramática o de la que podían salir muy reforzados. Entonces, Zidane decidió jugársela con los jugadores que mejor le han respondido hasta ahora y dio con la tecla.
El técnico ha apostado por un bloque de 11 jugadores, que sólo se ve alterado por obligación. De hecho, en los últimos cinco encuentros, únicamente ha utilizado como titulares a 14 jugadores. Una situación nada habitual en la forma de actuar de Zidane que, si por algo se ha caracterizado, ha sido por su capacidad para sorprender en sus alineaciones.
Adiós a las ‘zidanadas’
Las ‘zidanadas’ se habían convertido en la tónica habitual jornada tras jornada. Durante los primeros compases de la temporada, Zidane se ha encargado de dar infinidad de oportunidades a gran parte de su plantilla, con el objetivo de que sus indiscutibles descansaran. El resultado de los constantes cambios no fue el esperado y los blancos comenzaban el curso con muchas dudas, después de que varios de los futbolistas por los que apostaba no estuvieran a la altura de las circunstancias.
Sin embargo, en el momento clave del curso, cambió de parecer. El técnico entendió que no tenía fondo de armario suficiente para mantener los éxitos logrados en el pasado al alternar con dos equipos totalmente distintos. Los malos resultados le han llevado a jugársela y, llegado el momento, ha decidido depositar la confianza únicamente en los hombres que le dan un rendimiento inmediato.
Desde el partido ante el Sevilla, en el que se iniciaba la semana decisiva del curso, apenas ha variado en sus onces. Zidane ha dado galones a 14 de los jugadores de su plantilla, los únicos que han sido desde entonces titulares. De hecho, sólo las bajas puntuales le han hecho salirse de un once tipo muy reconocible, que cuenta con Courotis; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Modric, Kroos; Lucas Vázquez, Vinicius y Benzema. Aparte de los citados, sólo Nacho, Valverde y Rodrygo se han colado de partida en el equipo.
Los resultados obtenidos en los cinco partidos en los que el entrenador ha apostado por su equipo de gala no han podido ser mejores. Los blancos han hecho pleno de victorias, mostrándose además muy superiores a sus rivales durante gran parte de los partidos. La conclusión que ha sacado el técnico es clara: no puede volver a los cambios masivos por sorpresa.
Funcionó la pasada temporada
El conjunto blanco ha encontrado la estabilidad y lo ha hecho con un bloque muy definido de jugadores. A ellos, además, se suma Marco Asensio, que aunque no ha jugado de inicio en ninguno de ellos, sí que ha entrado desde el banquillo en los cinco partidos. El balear ha perdido la titularidad frente a un Lucas que se ha mostrado intratable en el último mes y medio, pero no la confianza del técnico, que siempre recurre a él para tratar de revolucionar el partido en la segunda mitad.
Zidane vuelve así a un plan que ya le funcionó la pasada temporada. Tras los tres meses y medio de parón del fútbol, el Real Madrid retomaba la Liga en segunda posición a falta de once jornadas. El calendario apretado y la escasa preparación antes de la reanudación dejaba entrever que volvería a dar minutos a prácticamente la totalidad de sus jugadores, buscando un equilibrio que impidiese que sus mejores hombres se cargasen en exceso de minutos.
Pero no fue así. El entrenador tenía claro que para ganar la Liga deberían dejarse el menor número de puntos posibles y, para ello, apostó por un equipo más que reconocible. No había tiempo para esperar a nadie y optó por un equipo prácticamente calcado al de ahora. Los resultados, como ahora, no pudieron ser mejores: diez victorias consecutivas y un empate que les hacían campeones de Liga.
En el inicio del nuevo curso, tras convertirse en un equipo inestable e irregular, Zidane ha decidido jugársela con sus favoritos. Por el momento, la solución impuesta al mal que ha estado a punto de dejarles fuera de la pelea por el título y eliminados de la Champions en la fase de grupos no ha podido salir mejor. Las cinco victorias consecutivas dejan claro que los cambios sin sentido restan más de lo que aportan.
Los riesgos de no rotar
Aunque el rendimiento inmediato de la fórmula aplicada por Zidane es incuestionable, quedan dudas respecto a lo que puede suceder de mantenerse durante los próximos meses. El apretado calendario, sumado a la poca preparación para la presente temporada y el cansancio acumulado desde el verano pasado, puede provocar que la carga de minutos pase una factura mayor de la normal. Prueba de ello es el aumento de las lesiones en lo que va de temporada en la totalidad de los equipos.
Además de que los jugadores pueden acusar la falta de rotación ya sea en forma de lesión o de agotamiento, el plan establecido por el entrenador en los últimos encuentros hace que los jugadores que no juegan puedan desengancharse de la dinámica del equipo. Uno de los grandes logros de Zidane en los últimos años ha sido su capacidad para gestionar la plantilla y conseguir que todos los jugadores se mantengan enchufados y se sientan importantes, gracias al reparto de minutos.
Si continúa utilizando siempre a los mismos, puede darse la situación contraria. En el momento en el que tenga que recurrir por necesidad de jugadores como Isco, Marcelo, Odriozola, Jovic o Mariano, la falta de minutos puede hacer que no estén al mismo nivel que sus compañeros y que se repitan situaciones como las vividas en los tropiezos que han tenido en lo que va de temporada.