Valverde es un halcón
La burbuja de Valverde en Valdebebas: tranquilo, centrado en el Chelsea y sin hablar de lo sucedido
El Real Madrid reclama su trono
Federico Valverde volvió a brillar con luz propia en Stamford Bridge. El uruguayo dio una clase de como tiene que jugar un futbolista un partido de alto nivel. Su impacto en todas las parte del campo fue imponente y desarboló por completo a un Chelsea que tuvo en su figura a una de sus mayores pesadillas. Al finalizar el encuentro, extrañado, recogió el premio como mejor jugador del duelo. Posiblemente, pensaba que los dos goles de Rodrygo, el segundo se lo regaló él, le hacían merecedor del trofeo, pero la UEFA se decantó por su exhibición.
La energía de Valverde es prioritaria en días como el que el Real Madrid tuvo que vivir en Stamford Bridge. El Chelsea, como esperaban en el vestuario madridista, lo intentó una y otra vez, pero la fuerza del uruguayo les complicó mucho el intento de gesta. Estuvo espectacular en la presión, defendió, frenó a Kanté, el hombre que más daño estaba haciendo a Camavinga, en la segunda mitad siendo su sombra y con sus arrancadas rompió a la defensa del conjunto inglés. Para ejemplo, el segundo gol madridista, donde protagonizó un jugadón que le llevó a plantarse delante de Kepa y tener la cabeza lo suficientemente fría para ceder la pelota a Rodrygo, que no perdonó.
Las estadísticas dicen que en los 90 minutos que estuvo sobre el césped dio una asistencia, tuvo un 87% de precisión en el pase, siendo tres de ellos claves, y completó los tres regates que intentó. Además, corrió un sinfín de kilómetros, como demuestra un mapa de calor que, prácticamente, ocupa todas las partes del terreno de jugado. Otra actuación estelar de un jugador de época.
Concentrado y arropado
Valverde ha tenido días complicados desde que diese un puñetazo a Álex Baena tras el duelo que enfrentó en el Santiago Bernabéu a Real Madrid y Villarreal. El uruguayo fue humano y no reaccionó de la mejor manera a las palabras que el andaluz le dijo en el partido de Copa del Rey que enfrentó a ambos equipos en el mes de enero. El madridista esperaba una disculpa que no llegó y contestó con la violencia, algo que no fue lo correcto. Esto lo sabe él y se lo ha hecho saber un club que le arropa, pero que está molesto por como actuó.
Valverde reconoce su error y lo que quiere hacer cuanto antes es pasar página. Sabe que puede ser sancionado deportivamente y es posible que también internamente por el Real Madrid. Acatará ambos castigos, ya que su reacción no fue propia de un futbolista que lleva en el pecho el escudo del 14 veces campeón de Europa. No obstante, sus compañeros y el cuerpo técnico le han arropado y él sólo tiene en mente el fútbol, tal y como demostró en Londres.