El Sadar cantó «Ramos muérete» y le tiraron hasta un mechero
Desde una parte de El Sadar se escucharon cánticos de "Ramos muérete" y se avistó el lanzamiento de un mechero en la celebración del gol del capitán blanco.
«Ramos muérete», se pudo escuchar esta tarde desde un sector de El Sadar hacia el capitán blanco. El público navarro la tomó con Sergio Ramos desde los primeros compases del choque entre Osasuna y Real Madrid, que acabarían llevándose los merengues después de una meritoria remontada. De ella fue partícipe el sevillano con el segundo tanto que confirmaba la vuelta al marcador y foco del punto de mayor tensión entre la grada y el jugador.
Ya desde los primeros compases del encuentro, el runrún con Sergio Ramos era patente. Cuando el jugador entraba en contacto con el esférico o mediaba en cualquier disputa, la afición rojilla le recordaba que estaba ahí, alentando e intenta aumentar la olla a presión que fue El Sadar esta jornada. «Mira… qué bonito», decía Casemiro tras el encuentro señalando a la grada, que seguía animando pese a la derrota: «Hay que felicitarles, tienen una afición que aprieta muchísimo y sabíamos que los 15 primeros minutos serían así».
Pero animar es una cosa y otra muy diferente fue lo que vivió Sergio Ramos. De silbidos está inmunizado ya el jugador de élite, no tanto de algún que otro cántico o del lanzamiento de objetos, como recibió el camero. Fue tras el 1-2 del capitán a la salida de córner cuando el odio hacia jugador blanco se manifestó en su máxima expresión. Las cámaras captaron como un sector de la grada de El Sadar lanzaba un mechero al central cuando éste celebraba el gol, el cuál no llegó a impactarle. Fue también en ese momento cuando se manifestaron los primeros gritos de «Ramos muérete».
Justo antes del gol, el jugador tuvo sus más y sus menos con Unai García, situación que generó una pequeña tangana y el colegiado tuvo que mediar para que no fuera a más. Fue tras aquello cuando llegó el gol, el lanzamiento del mechero y esos cánticos en los que se le deseaba la muerte al capitán blanco. Otra jugada polémica en la que estuvo involucrado Ramos fue en una durísima entrada sobre Rubén García por la que no fue amonestado para malestar de jugadores y afición. Más madera.
Este tipo de actos son recogidos por La Liga y remitidos posteriormente al Comité de Competición de la RFEF y la Comisión Antiviolencia, los dos organismos a los que compete este tipo de situaciones. Según el código disciplinario, podría caerle una multa económica y/o el cierre parcial o total del estadio, según la gravedad de los hechos.