Mundial de Clubes: Real Madrid-Pachuca

Este es otro Madrid

Meritorio triunfo del Real Madrid, que jugó 80 minutos con diez, ante el bullicioso Pachuca mexicano

Bellingham, Güler y Valverde hicieron los goles del equipo de Xabi Alonso al que también sostuvo un Courtois estelar

Xabi Alonso pone deberes

Este Madrid ya tiene otro color. Ya es otra cosa. Ya se parece más a un equipo de Xabi Alonso que a un equipo de Ancelotti. Y eso que los blancos jugaron más de 80 minutos con uno menos porque Asencio decidió pegarse un tiro en el pie con una expulsión estúpida. Apretó el Pachuca, que dio una buena imagen, pero el Real Madrid se puso 3-0 gracias a los goles de Bellingham, Güler y Fede Valverde. El resto lo hizo Courtois, que sostuvo a su equipo con varias manos salvadoras como en los viejos tiempos.

Segundo examen al Real Madrid de Xabi Alonso. Su alineación fue un poco ancelottiesca. Sólo un cambio sobre los once que se estrenaron en el Mundial de Clubes: Arda Güler por Rodrygo. Repetían todos los demás, quizá con la intención de que vayan adquiriendo nuevos conceptos lo más pronto posible. Y volvía a faltar Mbappé al que la gastroenteritis le ha dejado un poco para el arrastre. Por recordarles que no hace tanto de lo del Al Hilal, jugaban: Courtois; Trent, Huijsen, Asencio, Fran García; Tchouaméni, Valverde, Bellingham; Güler, Vinicius y Gonzalo.

A los dos minutos ya se había llevado Courtois el primer susto. Fue Salomón Rondón a la salida de un córner el que se sacó una volea venenosa desde el punto de penalti. El remate tocó en Fran García que casi sin querer evitó el 0-1. Otra vez al Real Madrid le pillaban con los pantalones bajados y la pilila fuera. Sobre todo a Asencio, que volvió a quedar con el culo al aire con una expulsión estúpida e inexplicable. Se comió el desmarque de Rondón, levantó el brazo como si pidiera un donut y, para colmo, le agarró sin necesidad en la frontal del área. Pues nada. Expulsión tonta y justa y a jugar 80 minutos con diez.

Asencio, que sigue cavando su propia tumba, cada día parece peor futbolista sobre todo cuando juega al lado de Huijsen. Xabi Alonso recompuso al equipo retrasando a Tchouaméni al puesto de central y a Güler al centro del campo. El sistema pasaba a ser un 4-3-2. Después de pegarse un tiro en el pie, el Real Madrid trató de coser la herida con la pelota. Le costó. Pachuca se vino arriba y Courtois se puso el traje de superhéroe. En el 17 hizo una doble parada primero a Kenedy y después a Palavecino. Ambas a bocajarro, ambas de valor gol.

Asencio la lía parda

Al Real Madrid le tocaba remangarse y tenía pinta de que iba a sudar la gota gorda para ganar al Pachuca. Bellingham seguía en su versión más canalla. Impreciso y desconectado del juego volvía a mostrar su lado más feo. Bellingham trataba de reubicarse como segundo mediocentro. Esa fue la clave del cambio porque, cuando los mexicanos parecían tener el partido más controlado, llegó el 1-0.

La jugada arrancó el Bellingham, que robó un balón en el campo del Real Madrid y comenzó a cabalgar con esa imponente zancada. La jugada transitó entre Fede Valverde, un mágico toque de exterior de Gonzalo y una incursión de Fran García. Todo por la izquierda. Bellingham seguía cabalgando sin que nadie le viera y por allí se asomó al área, controló con la derecha y la cruzó con la izquierda. Golazo.

Pachuca se quedó tocado con el gol del Madrid y los de Xabi se vinieron arriba. El cambio de sistema de Xabi Alonso había funcionado y el Madrid jugaba mejor con diez que con once. Al filo del descanso los blancos Hilvanaron una jugada preciosa a un toque entre Trent, que recibió un pase de Vinicius, Gonzalo, que trazó una pared perfecta a un toque, y Güler, que controló y cruzó con la zurda para batir a Moreno.

Cambio y reacción

Con el 2-0 y el regusto de una notable media hora del Real Madrid gracias a la reacción táctica de su banquillo (no como en otros tiempos), nos fuimos al descanso. Del que volvimos con un cambio en el equipo de Xabi Alonso: fuera Gonzalo, que había lucido otra vez, y a jugar un Brahim que podría darle al equipo algo más de pausa y de juego por dentro.

Apretó de salida Pachuca pero ahí tenía el Real Madrid un ángel de la guarda que se llama Courtois, que te salva de los líos con manos de santo. Como la que sacó en el 54 a un disparo de Kenedy que buscaba la entrada. Repitieron los mismos protagonistas tres minutos después y otra vez la mano del portero belga se impuso al pie del jugador del Pachuca.

Xabi se dio cuenta de que su equipo estaba en apuros y metió dos cambios de golpe: Modric y Ceballos por Bellingham y Güler. Pero Pachuca se tropezaba una y otra vez en la piedra de Courtois. Y de las paradas de Courtois pasamos al 3-0. Ya gobernaba Ceballos el juego pero la jugada nació en los pies de Huijsen. El joven central vio el desmarque de Vinicius, que corrió y encontró a Fede Valverde en el centro. El uruguayo cedió para Brahim, que le filtró un pase medido al área para que Valverde llegase con la punterita a marcar el 3-0.

Xabi celebró con alivio un gol que (casi) certificaba el triunfo del Real Madrid ante un buen Pachuca. Y decidió probar con tres centrales en los últimos 20 minutos. Entró Rüdiger por Trent y mantuvo a Tchouaméni atrás. Fede Valverde pasó a ser lateral derecho y Fran se mantuvo a la izquierda. A los pocos minutos los mexicanos encontraron el gol que habían merecido. Lo marcó Montiel con un tiro desde fuera del área que cambió de dirección tras tocar en Tchouaméni.

Siguió percutiendo Pachuca que encerró al Real Madrid. O el Madrid decidió encerrarse. En el 84 de nuevo Courtois tuvo que sacar una mano milagrosa en un mano a mano dentro del área a Carlos Sánchez. En los últimos minutos sufrió el Madrid pero supo resistir las acometidas finales de los mexicanos y salvaguardar una victoria merecida y meritoria que pone a los de Xabi Alonso camino de los octavos y con muchas opciones de acabar primeros de grupo.

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