El Real Madrid se llena de dudas
El Real Madrid de Xabi Alonso ha perdido los dos partidos que han jugado contra grandes: PSG y Atlético
Los blancos siguen sin competir y se continúan llenando de dudas
El Real Madrid de Xabi todavía no es grande
Xabi Alonso llegó al Real Madrid tras una temporada tremendamente complicada en la que un equipo dirigido por Carlo Ancelotti no fue capaz de competir contra los grandes. Una falta de resultados que privó a los blancos de ganar ningún título. En concreto, las cuatro derrotas contra el Barcelona, con un global de 16-7 para los azulgranas, dejaron a los madridistas sin Liga, Copa del Rey y Supercopa de España.
En Europa, sí ganaron a un Manchester City a la baja y al Atlético en una eliminatoria que se tuvo que decidir en la tanda de penaltis, pero tanto contra el Liverpool, en la fase de liga, como contra el Arsenal, donde los de Carletto perdieron 3-0 en Londres y 1-2 en el Bernabéu, demostraron sus carencias. El donostiarra fue fichado para traer nuevos aires y recuperar el gen competitivo, pero hasta la fecha los dos grandes partidos que ha dirigido se han saldado con dolorosas derrotas.
Dos naufragios con Xabi
El Real Madrid de Xabi Alonso ha tenido que afrontar dos grandes encuentros: PSG en las semifinales del Mundial de Clubes y Atlético de Madrid. 4-0 y 5-2 fueron los resultados contra ambos, y en los dos encuentros el que se fue al vestuario con cara de circunstancias fue el equipo blanco. Si bien es cierto que ante los parisinos el vasco tuvo la excusa del poco tiempo de trabajo y de haber heredado a un equipo tocado, contra los rojiblancos no hubo excusas. Aunque lo más destacado es que en ambos encuentros lo más preocupante es que Xabi Alonso no fue fiel a su idea.
Ante el PSG, Xabi Alonso hizo todo lo que no había hecho en los cinco primeros partidos del Mundial de Clubes para terminar naufragando. Sabía que sacar del once a Gonzalo era un error, mientras que no se atrevió a sentar a Mbappé o Vinicius, como era su idea inicial. Finalmente, puso a los tres jugadores arriba, desequilibrando por completo a un equipo que fue superado por los de Luis Enrique.
Ante el Atlético de Madrid el manotazo fue más grave, ya que en esta ocasión no hay excusas. Ahora sí es el Real Madrid de Xabi Alonso con todas las letras y otra vez fue prisionero de sus pecados del pasado. En esta ocasión, tras seis partidos de Liga y uno de Champions en los que estaba construyendo un equipo, contra los rojiblancos decidió poner de inicio a Bellingham, sentando a Mastantuono y rompiendo el equilibrio de un equipo que se mostró tremendamente inferior a su rival. Perjuicios arbitrales aparte, los madridistas fueron tremendamente inferiores en lo futbolístico ante los de Simeone.
Las dudas se acrecientan en un Real Madrid que llegaba a este derbi con la convicción de que eran superiores al Atlético, pero la realidad puso a cada uno en su sitio. Los blancos volvieron no solo a perder un partido contra un rival catalogado como grande, sino que volvieron a ser tremendamente inferiores. La imagen y la derrota son de las que hacen daño en Valdebebas.