Los números que demuestran el baño histórico de Zidane a Simeone
Zinedine Zidane recupera la sonrisa y el crédito después de dar un repaso táctico a Simeone. El entrenador del Real Madrid consiguió que su equipo desactivara por completo al líder y que encontrase la forma de hacer daño a la mejor defensa de la Liga
El Real Madrid se llevó los tres puntos del derbi en lo que fue un repaso táctico de Zinedine Zidane a Diego Pablo Simeone. El técnico madridista llegó en una situación crítica a una semana más que decisiva y sale más que reforzado, tras una contundente victoria del equipo en la que se notó su mano. El conjunto blanco fue superior en todo momento, sabiendo desactivar por completo al otro grande de la capital durante varios tramos del partido.
Confiaba Zidane en sus indiscutibles para otra final que, de haber perdido les habría dejado casi sin opciones de pelear la Liga. El técnico daba entrada en el once a Carvajal, que regresaba tras su última lesión, pero no sacaba de él a Lucas, al que subía al extremo en lugar de Rodrygo. Una variante que fue determinante durante los primeros minutos, donde el peso del ataque estuvo en el costado diestro que ocupaban ambos.
El francés entendió que la mejor manera de evitar que el Atleti les pusiera en aprietos era morder arriba y consiguió que los rojiblancos apenas fueran capaces de pasar del centro del campo. Con la pelota dominada y con el contrario encerrado, todo pasaba por moverla rápido y tratar de cambiar de lado el juego para lograr superioridades. Contaba para ello con dos especialistas como Kroos y Modric, que combinaban con Benzema y generaban huecos abriendo las bandas.
El sistema utilizado por Simeone en defensa en los últimos partidos, con tres centrales y dos carrileros, provocó que el Madrid aprovechase para intentar entrar por el costado más débil, defendido por Carrasco. Lucas y Carvajal ganaban protagonismo al insistir de forma constante desde la derecha y, gracias a una acción del gallego por la derecha llegó el primer tanto, a la salida de un córner.
Los blancos se adelantaban en los primeros minutos y desbarataban el plan inicial de Simeone, que había introducido a Herrera en lugar de Saúl en el centro del campo. Con un planteamiento más defensivo que de costumbre, las intenciones del argentino parecían basarse en defenderse y tratar de salir, pero con el 1-0 en contra ya no le valía.
La reacción del entrenador rojiblanco tras el descanso llevó a que el Madrid continuase presionando de manera intensa la salida de balón, provocando fallos defensivos, como los de Lodi, que pudieron costarle caro al líder de la Liga. Una vez el Atleti logró asentarse, los madridistas tenían más espacio para correr tras recuperar el balón, con Mendy y Vinicius como dos de las grandes amenazas desde la izquierda.
De una falta cometida precisamente sobre Mendy, llegó el segundo gol. Kroos boto al área una falta y, tras salir el balón rechazado, le cayó a Carvajal fuera del área. El lateral la bajó y la pegó directa a la portería. Tras pegar en el palo, dio en la espalda de Oblak y acabó en el fondo de la portería.
Courtois no tuvo trabajo
La presión del conjunto madridista consiguió también evitar que los rojiblancos se acercaran al área de Courtois. Joao Félix apareció en la primera parte varios metros por detrás de las zonas donde puede ser desequilibrante, mientras que Suárez apenas tocó el balón durante el tiempo que estuvo sobre el césped.
El conjunto rojiblanco no encontraba la manera de crear por dentro, para conectar con sus dos referencias ofensivas, al verse asfixiado por el buen trabajo defensivo de los madridistas. Como muestra de la labor realizada por los blancos en defensa está el hecho de que el primer disparo a portería de los de Simeone llegó en el minuto 80. Sí que pudieron marcar antes, pero Lemar desaprovechó una ocasión clarísima tras un destello de Llorente, al que sus ex le impidieron brillar como viene haciéndolo este curso.
Superiores en todo
El baño de Zidane se refleja en las estadísticas del partido. El conjunto madridista tuvo durante más tiempo el balón, al terminar con un 56% de la posesión, que llegó a ser superior al 60% en algunos tramos de la primera mitad. Pero los madridistas también dispararon más, robaron más y perdieron menos balones que su rival.
En el aspecto ofensivo, el conjunto madridista remató un total de 11 veces por las cinco que lo hizo el Atleti. Tres de ellas lo hicieron a puerta, llegando a estrellar un tiro en la madera, además del disparo de Carvajal que supuso el segundo tanto. Dentro del área consiguieron rematar en seis ocasiones, ante la defensa que menos concede del campeonato, que sólo fue capaz de hacerlo en tres ocasiones -todas en la segunda parte- en la zona defendida por Courtois.
Además, los blancos ganaron un total de 50 duelos, interceptando 15 balones y perdiendo menos balones que los rojiblancos, que acabaron con 127 posesiones perdidas. En lo referente a la precisión con la pelota, los blancos acertaron un 90% de los 661 pases que dieron, 160 más que su rival.
Zidane recupera el crédito
Zinedine Zidane recupera la sonrisa tras una complicada semana. La situación era límite para el equipo y también para él, que podía haber sido cesado el pasado miércoles de no clasificarse para los octavos de Champions. A lo dramático de la situación del equipo, tanto en Liga como en Europa, se suma la dificultad de los rivales.
No parecía el momento más oportuno para medirse a equipos de la talla de Sevilla, Mönchengladbach y, sobre todo, del Atlético. Sin embargo, el entrenador ha conseguido marcar las pautas a seguir para salir de la segunda crisis de la temporada de la mejor manera posible.
El Real Madrid consigue ganar los tres encuentros y no de cualquier manera. Los madridistas han dado argumentos más que de sobra para confirmarse como aspirantes a todo, al recuperar una solidez, contundencia y buen fútbol que únicamente se habían visto a fogonazos esta temporada.
Respecto al derbi contra el Atlético, Zidane vuelve a sobresalir, al dar un auténtico repaso táctico a un Simeone que no entendió en ningún momento por dónde iba el partido. El francés vuelve a dar un golpe encima de la mesa ante un gran rival, demostrando que, pese a lo que se diga, lo suyo no es sólo flor.