En Valdebebas

La Navidad más fría del Real Madrid: puertas abiertas, grada apagada y un futuro en juego

El Real Madrid celebró en el Di Stéfano el tradicional entrenamiento a puerta abierta

Carvajal, Militao, Trent y Brahim, este último en la Copa de África, se lo perdieron

Vinicius cierra un 2025 para olvidar

Llega la Navidad y el Real Madrid, como otros grandes, hace especial lo que debería ser lo habitual: abrir sus puertas para que los aficionados, especialmente niños, puedan presenciar en directo un entrenamiento de sus ídolos. Una vez al año no hace daño. Desde que Capello hizo acto de presencia por segunda vez en 2007 en el club blanco, se cerró para siempre la puerta de las sesiones para los seguidores, que viven este día como algo mágico, ilusionante.

El Real Madrid recibió a miles de aficionados en el estadio Alfredo Di Stéfano a ritmo de villancicos y con el discurso navideño de Florentino Pérez en el videomarcador. Mientras, los jugadores de Xabi Alonso se montaban en el autobús del equipo para recorrer los cientos de metros que separan la residencia del primer equipo y el escenario que, casualidad o no, es la casa del Castilla de Arbeloa.

Pasadas las 11:00 horas, llegó el gran momento. Los jugadores del Real Madrid saltaron al césped para comenzar la que será la penúltima sesión del año. Con más frialdad de la habitual, los futbolistas se juntaron en el centro del campo y, sin saludar, empezaron a trotar por el césped del Di Stéfano. Al mismo tiempo, los dos porteros del primer equipo, Courtois y Lunin, junto a los canteranos Fran González y Javi Navarro, se apartaron junto a Llopis para trabajar al margen.

En cuanto a los jugadores de campo, Xabi Alonso no pudo contar en esta sesión con Carvajal, que apura para llegar a la Supercopa de España, Militao y Trent. Tampoco estuvo presente Brahim Díaz, que lidera a Marruecos en la Copa de África. El donostiarra contó con los canteranos Thiago Pitarch, Joan Martínez y David Jiménez.

La sesión transcurrió con normalidad y llamó la atención la frialdad de una grada a la que, en estos momentos, los jugadores transmiten muy poco. Sin los tradicionales trofeos, ya que este Real Madrid cierra 2025 sin ganar absolutamente nada, y con cierta preocupación por el devenir de una temporada que no termina de ser el esperado, los blancos trabajaron pensando en el Betis, contra el que se medirán el próximo domingo en el estadio Santiago Bernabéu y, sobre todo, en la Supercopa de España, donde Xabi Alonso se jugará su futuro.

Tras continuar con los tradicionales rondos, el entrenamiento continuó con ejercicios de presión y dos partidillos en dimensiones reducidas. No obstante, la temperatura en la grada no aumentó demasiado; suerte que hizo sol y que el frío que está azotando estas Navidades dio una tregua.

El momento más esperado para los más pequeños llegó cuando finalizó la sesión, ya que, esta vez sí, los jugadores se dirigieron a los aficionados para lanzarles balones y firmaron autógrafos. Así se puso punto final a uno de los entrenamientos a puerta abierta más frío que se recuerdan por Valdebebas.

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