Modric será el jefe en Bérgamo
Sin Ramos, Benzema o Hazard, entre otros, Luka Modric deberá asumir el liderazgo del Real Madrid en Champions. El croata vive su tercera juventud, siendo fundamental para el conjunto madridista
El Real Madrid contará ante el Atalanta con varias ausencias de renombre. Hasta nueve bajas presenta el equipo de Zidane, destacando por encima del resto las de Ramos, Benzema y Hazard. Tres de las principales estrellas del conjunto madridista no estarán en Italia, donde buscarán encarrilar la eliminatoria de octavos de final de la Champions League. Sí que estará Luka Modric. El croata será el encargado de guiar a los blancos en Bérgamo. La amplia lista de lesiones le sitúa en el centro de los focos, siendo el encargado de liderar a los madridistas en el regreso de la máxima competición.
Al centrocampista le corresponde por diversos factores asumir el mando del equipo sobre el césped. Por condiciones, determinación y veteranía, los galones recaen sobre uno de los ejes principales de la columna vertebral del equipo. Modric tendrá que asumir el papel de capitán, aunque sin brazalete, en el Stadio di Bérgamo.
Un protagonismo que ha demostrado no ser problema para él ni con los madridistas, ni con su selección. Hablar de Modric es hacerlo del que posiblemente sea el mejor centrocampista de la última década. Indiscutible en la sala de máquinas del conjunto blanco a la hora de llevar la batuta en la ofensiva del equipo, el balcánico deberá asumir ahora el liderazgo que, en condiciones normales, porta Ramos como capitán.
En esta ocasión, en la que el central no estará y tampoco lo estarán ni el máximo goleador y referencia en ataque, Karim Benzema, ni la que se supone es la estrella del equipo, Eden Hazard; queda como principal figura sobre el terreno de juego. De él dependerá en gran parte, el éxito de los blancos en el encuentro.
En su tercera juventud
Luka Modric se encuentra en un momento más que dulce. El croata ha conseguido alcanzar un gran rendimiento en los últimos meses, cuando había pocas esperanzas en verle a su mejor nivel. A sus 35 años, todo apuntaba a que esta sería su última temporada en el conjunto blanco, teniendo en cuenta que finalizaba contrato en junio. Sin embargo, tras dar un nuevo golpe sobre la mesa, se ganó continuar al menos una temporada más.
Después de verse relegado a un papel como revulsivo, volvió a emerger en el momento más indicado, cuando los madridistas atravesaban la gran crisis del curso, que estuvo a punto de relegarles a la Europa League. Entonces, Modric se echó el equipo a la espalda y demostró que, pese a la edad, sigue siendo un jugador clave en el conjunto madridista.
A un nivel similar al que le llevó a ganar el Balón de Oro en 2018, el balcánico se ha reivindicado como una pieza esencial en el esquema de Zidane. Su influencia sigue siendo capital para los intereses del equipo blanco y, ante el Atalanta, será mayor, si cabe.
La plaga de lesiones que mantiene a la plantilla en cuadro, le deja como el principal líder del equipo. En Bérgamo los madridistas deberán intentar continuar con la línea mostrada en Liga, donde han conseguido encadenar cuatro victorias consecutivas pese a las numerosas bajas. Modric será el encargado de liderar el fútbol ofensivo del equipo y en esta ocasión no contará con Benzema cerca, uno de sus socios favoritos.
La vieja guardia, sin descanso
Sí que estará Modric escoltado por Casemiro y Kroos. Si hay algo que ha mantenido en pie al Real Madrid durante el último mes, es el rendimiento mostrado por el trío del centro del campo. Los máximos exponentes de la vieja guardia de Zidane han asumido que gran parte del éxito del equipo reside en su labor desde la medular y están sabiendo estar a la altura de las circunstancias.
Sin contar con recambios y sin descanso, Zidane ha dado confianza plena y única a su tridente, que está respondiendo de la mejor forma. Con Casemiro en la contención y Kroos en la distribución junto a Modric, los madridistas no solo se sostienen en Liga, sino que han conseguido recortar siete puntos al Atlético en lo que va de febrero. Ahora, deberán dar un paso más, en una competición en la que cualquier descuido se paga muy caro.
El Real Madrid llega sin posibilidad de fallar a estos octavos de final. Como bien han demostrado en lo que va de curso, en los momentos críticos saben responder de la mejor manera posible. Ante el Atalanta, vivirán una de esas situaciones de máxima presión y, si hay alguien que se desenvuelve a la perfección en ellas y lo ha demostrado, es Modric, que deberá dar una nueva exhibición.