Una Liga condicionada: el Espanyol gana con gol de un jugador que debía estar expulsado
El árbitro perdonó la tarjeta roja a Carlos Romero en el minuto 61 y en el 85 anotó el tanto de la victoria
El conjunto blanco sigue líder, pero el Atlético está a un punto
Así fue su falta criminal sobre Kylian Mbappé
Pasarán los días, los meses… y sea quien sea el campeón de esta Liga, habrá una afición, la del Real Madrid, que sabrá que en buena parte estuvo condiciona por aquel gol del Espanyol que no debió subir al marcador al ser su autor un jugador que debía estar expulsado. Hablamos de Carlos Romero, que firmó el único tanto del partido de este sábado en Cornellá (1-0) en el 85′, 24 minutos después de que el árbitro Muñiz Ruiz le perdonase una tarjeta roja por una entrada criminal sobre Kylian Mbappé.
«Sabía que iba a ser imposible pararlo en carrera, intenté frenarlo como pude. Creo que fue un poco fea, no me gustó, le pedí perdón. Se quedó ahí», decía Carlos Romero a pie de campo justo después de que Muñiz Ruiz pitase el final del encuentro y dejase al Real Madrid sin puntuar con una actuación repleta de errores.
El colegiado no sólo no expulsó al lateral izquierdo perico, también invalidó un gol legal del Real Madrid, anotado por Vinicius Junior, en la primera parte por un simple forcejeo previamente entre Mbappé y Pol Lozano, que se pasó todo el partido dando empujones a los jugadores del equipo blanco y no vio ni amarilla.
Sí fue amonestado Carlos Romero, que al filo del final haría vibrar a Cornellá rematando en el segundo palo un centro ejecutado a la perfección por Omar El Hilali. Ni Muñiz Ruiz ni Iglesias Villanueva desde el VAR decidieron sancionar al defensa blanquiazul por una falta durísima sobre Mbappé cuando se marchaba en carrera que pudo dejarle malogrado.
El Espanyol gana gracias a un jugador que debía estar expulsado
Las imágenes de la entrada son realmente escalofriantes al atizarle sin ningún tipo de reparo a Mbappé por detrás cuando sabía que no podía alcanzarle en carrera, como él mismo confesó. El VAR ni entró a mirarlo y Carlos Romero pudo acabar el partido con total normalidad, convirtiéndose además en el héroe de la afición perica, que ve como gracias a este jugador al que no le enseñaron la roja hacía salir al Espanyol del descenso.