Ancelotti, Mateo y Toril están blindados

La estabilidad del Real Madrid frente a la fragilidad del Barcelona en los banquillos

Todos los entrenadores del equipo blanco han continuado, mientras que seis de los siete del Barça ya no estarán esta temporada

Además, Carlo Ancelotti, Chus Mateo y Alberto Toril están blindados hasta 2026

El Barcelona se ha estampado con la realidad esta última temporada y el fracaso en todas sus secciones ha conllevado el despido o la marcha de los entrenadores en la mayoría de sus secciones. A Joan Laporta no le ha temblado el pulso a la hora de sentenciar a cuatro de sus siete técnicos –Xavi Hernández (primer equipo de fútbol masculino), Roger Grimau (baloncesto), Jesús Velasco (fútbol sala) y Edu Castro (hockey patines)–, mientras que Rafa Márquez (segundo equipo de fútbol masculino) y Jonatan Giráldez han decidido abandonar el club. El único superviviente es Antonio Carlos Ortega (balonmano), con contrato hasta 2026.

El último en decir adiós fue Rafa Márquez. El mexicano, mito del equipo azulgrana, llegó a un acuerdo para desvincularse del Barça y se unirá a un reto que ve más emocionante como ser el segundo entrenador de Javier Aguirre en la selección de México. El técnico del Barcelona femenino, la única sección exitosa del club, también optó por marcharse y buscar un reto más atractivo para él como el banquillo del Washington Spirit de la National Women’s Soccer League.

Pero, sin duda, los despidos más llamativos fueron los de los entrenadores de las secciones más importantes del Barcelona. El primero en caer fue Xavi. El catalán, para muchos el mejor centrocampista de la historia del conjunto blaugrana, anunció su marcha el pasado mes de enero, pero posteriormente revocó su decisión y optó por seguir al frente del vestuario. Ahí fue cuando apareció Laporta dos semanas después de llorar en una rueda de prensa con la que explicaron su continuidad para fulminarle tras unas declaraciones que no le gustaron nada en las que hablaba a las claras sobre lo que iba a ser este mercado para el Barça. Dicho sea de paso, el equipo no ganó nada este año.

Y el segundo, tras caer en la final de la Copa del Rey, antes de la Final Four de la Euroliga y en la semifinal de la Liga Endesa, fue Grimau. El técnico catalán no aguantó más allá de su primera campaña al frente del Barcelona al desplomarse en todas las competiciones en un año de transición cuya factura ha sido muy cara para la entidad, que camina muy lento hacia la recomposición de su plantilla de baloncesto este verano.

La solidez del Real Madrid aplasta al Barcelona

Todo esto contrasta con la firmeza del Real Madrid, un club en el que todas sus secciones están asentadas y todos los entrenadores cuentan con confianza plena por parte de la directiva gracias a su gran trabajo. Para el primero no hace falta muchos calificativos. Carlo Ancelotti ha llevado esta temporada al equipo blanco a su decimoquinta Champions League y a su trigesimosexta Liga, sumando además la Supercopa de España. Pero antes de todo ello, el italiano ya fue blindado en Navidad y con el paso de los meses se comprobó el acierto del club con su renovación hasta 2026.

Con Chus Mateo se hizo el proceso a la inversa. El entrenador madrileño empezó la temporada como un tiro y con la seguridad de haber levantado el título de la Euroliga el año anterior. Los resultados positivos cayeron por sí solos y tras ganar Supercopa Endesa y Copa del Rey plantó a su equipo en la final de la Copa de Europa, en la que perdió frente a Panathinaikos, y en la semifinal de Liga, en la que jugándose su puesto fue capaz de firmar un 3-0 contra el eterno rival y otro más en la final ante UCAM Murcia.

La misma fórmula se empleó con Alberto Toril, el elegido para llevar a la gloria al equipo de fútbol femenino tanto en España como a nivel europeo. El cordobés también está blindado hasta 2026, pues renovó al término de la temporada, y está viendo como este verano el Real Madrid está invirtiendo en una lista de estrellas que acompañarán a las que ya están para intentar destronar al Barcelona como la mayor potencia española.

Y, por último, el Real Madrid está convencido de que Raúl González Blanco debe seguir siendo el entrenador del Castilla tras conseguir la salvación en Primera Federación después de una temporada de transición en que la salida de los líderes del filial marcó buena parte de los resultados. La directiva confía en que el ex delantero potencie a los que ya estaban y descubra a los canteranos que van a ascender para intentar devolver al equipo a Segunda División. Lo único que podría torcer su continuidad es una oferta de algún club superior que le haga replantearse al madrileño si escoger un reto en la élite.

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