La Policía Nacional ha detenido al aficionado del Atlético de Madrid que el pasado 24 de septiembre se convirtió en el triste protagonista del derbi contra el Real Madrid. Aquel día, y en los aledaños del estadio Metropolitano, dicho personaje profirió insultos racistas contra una joven aficionada del equipo blanco, de apenas ocho años de edad, que iba vestida con una camiseta de Vinicius.
Durante la previa del derbi madrileño que se disputó aquel día, y que concluyó con triunfo del Atlético por 3-1, dicho varón se acercó a una niña que llevaba una camiseta del equipo rival y comenzó a proferirle insultos racistas y amenazas de muerte. La menor tuvo que abandonar el lugar junto con sus familiares debido a un fuerte ataque de ansiedad.
Dicho individuo llegó a golpear el brazo del familiar que la sostenía hasta en dos ocasiones. Varios aficionados locales que observaron la escena intervinieron rápidamente, impidiendo que el agresor continuara con su ataque.
En la investigación llevada a cabo han resultado muy importantes unos vídeos aportados por un periodista que se encontraba en el lugar en el momento de los hechos. Tras un visionado exhaustivo de las imágenes, los investigadores consiguieron ubicar el lugar por el que este individuo accedió al estadio, logrando así su identificación.
Finalmente, este miércoles se estableció un dispositivo de localización, que culminó con la detención de este varón, como presunto responsable de un delito de odio, siendo puesto posteriormente a disposición judicial, según informa Europa Press.
Ataque racista
El ataque del aficionado contra la menor tuvo tinte racista, ya que tanto la niña como su madre son de raza negra. Silvia, la tía de la menor, también acudió al Metropolitano y presenció los hechos. Posteriormente, desveló que su sobrina acudía a su primer partido de fútbol y relató la pesadilla que vivieron en la previa del derbi.
«Estábamos dando una vuelta por el Metropolitano. Había una quedada del Frente Atlético y nos quedamos a verlo. Yo soy del Atlético desde que nací. Y empezaron a cantar ‘Vikingos, no’, ‘Mono’, ‘Negra de mierda’. Y al principio te lo juro que no sabíamos que era por nosotros. Yo incluso miré para atrás pensando que estaban diciendo lo de fuera vikingos a algún grupo de chavales que estuvieran pasando por detrás. Nunca me hubiera imaginado que era por la niña. Hasta que se acercó un chaval, me dio unos golpes en el brazo. ‘Vete de aquí o vamos a matar a la niña de mierda’. Una barbaridad de insultos y de todo. Y de esto que levanta la vista y ves a muchísima gente, a una multitud muy grande de personas señalando a la niña, insultando a la niña, cantándole a la niña», contó la familiar en declaraciones a la Cadena SER.
Además, también narró el trauma de su sobrina y lo que le pidió después del derbi: «Tenía un ataque de ansiedad terrible. La saqué lo antes posible de allí mientras se tapaba el escudo y la camiseta. La primera noche se despertó varias veces pensando que venían a por ella. Tenía muchas pesadillas. No sabe por qué ha pasado todo. Me ha dicho que por favor no la vuelva a llevar a un estadio».