Pintus lo tenía planificado

Un desplome Mundial

Al Real Madrid se le está haciendo larga esta primera parte de la temporada. La derrota ante el Rayo Vallecano fue la confirmación de que a los hombres de Ancelotti les va a venir bien el parón por el Mundial. Los blancos se vieron superados en todo en Vallecas. Les faltó actitud, pero no por no querer, sino por no poder. Mendy no es el portento que era, Rodrygo falla goles cantados, Tchouaméni ha dejado de ser un muro en el centro del campo y la pareja Alaba y Militao es un espejismo de lo que fue la pasada temporada. Incluso Modric firmó uno de sus tres peores partidos de su carrera. Una falta de oxígeno que se traduce en malas actuaciones.

Al Real Madrid es obvio que le faltó actitud en Vallecas. En ningún momento pudieron igualar la intensidad de los hombres de Iraola por una falta de frescura en las piernas. El pico de forma madridista ha ido en claro descenso en las últimas semanas y ante el Rayo se confirmó. La última vez que los de Ancelotti exhibieron su poderío físico fue ante el Sevilla en el estadio Santiago Bernabéu, luego todo han sido señales que confirmaban que algo no iba bien. La derrota contra el Leipzig fue un aviso, mientras que el empate frente al Girona encendió unas alarmas camufladas por la polémica.

Tras el encuentro, Ancelotti fue claro al reconocer que su equipo no está fresco y lo achacó a que han jugado muchos partidos en la temporada. En concreto, 20 duelos en 89 días. Lo que equivale a haber jugado un encuentro cada poco más de cuatro días. «No hemos tenido frescura, no estamos bien como antes, pero es normal», añadía Carletto, que sabía perfectamente que este momento podía llegar antes o después. Por eso, el italiano se esforzaba en dejar claro tras cada partido que a sus jugadores les pedía ganar sin hacer grandes florituras. Una carrera de más era contraproducente con un calendario tan frenético como el actual. Algo que ha funcionado hasta que el físico se ha acabado.

Al Real Madrid le han sobrado las dos últimas semanas antes del parón. Justo, cuando ha empezado a dar muestras de que el equipo estaba perdiendo la gasolina que Antonio Pintus les puso durante la pretemporada. El preparador italiano hizo un plan muy claro en verano que tenía como objetivo llegar bien a la Supercopa de Europa, alcanzar el pico de forma a mediados de octubre y, poco a poco, ir descendiendo un físico que en estos momentos está bajo mínimos.

¿Y ahora qué?

Ahora, el Real Madrid está obligado a sacar los tres puntos contra el Cádiz y cerrará la primera parte de la temporada. Tras este encuentro, los mundialistas se irán con selecciones y los que se queden en Valdebebas se tomarán unas semanas de respiro donde desconectarán. Luego, poco a poco, irán volviendo al trabajo y Pintus volverá a ser el jefe, ya que les tiene preparada una pequeña pretemporada para repostar los depósitos con vistas al segundo tramo del curso, el más importante.

Por otro lado, los jugadores que disputen el Mundial se irán incorporando poco a poco al equipo, aunque todos ellos tendrán unas vacaciones antes de empezar a trabajar. Da igual si llegan antes o después, todos descansarán lo mismo y es muy posible que alguno no esté ante el Valladolid y en los primeros partidos de 2023. El reto es que el equipo esté listo para la Supercopa de España.

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