Ceferin deja sin sanción a Al-Khelaifi por las amenazas de muerte en el Bernabéu
Al Khelaifi intentó pegar a un empleado del Real Madrid: «¡Voy a matarte!»
Al-Khelaifi bajó a los vestuarios a agredir a los árbitros del partido
La UEFA ha decidido sancionar al ex director deportivo del Paris Saint Germain, Leonardo, con un partido tras los graves incidentes que protagonizó en el Santiago Bernabéu el pasado 11 de marzo junto al presidente del club Nasser Al-Khelaifi, quien se ha librado de cualquier tipo de castigo pese a ser el cabecilla.
Según testigos presenciales, el mandatario qatarí irrumpió muy enfadado en el recinto reservado para el árbitro, el holandés Danny Makkelie, «gritando como un trastornado» y dispuesto a agredir a los colegiados, tal y como aseguran testigos presentes en ese momento.
«Voy a matarte», fue una de las frases que se le pudo escuchar a Al-Khelaifi en ese arrebato contra los colegiados. El mandatario hizo esas amenazas a empleados del Real Madrid después de que grabasen con el móvil su presencia en una zona poco común para su cargo. Fueron sus propios guardaespaldas le tuvieron que llevar a la fuerza al vestuario de su equipo para evitar la agresión. De hecho, Leonardo intentó quitarle el móvil al empleado del club blanco para borrar las pruebas.
El organismo dirigido por el esloveno Aleksander Ceferin ha decidido obviar las palabras del qatarí, quien se queda sin sanción por su comportamiento. A Leonardo, sin embargo, le cae un partido de sanción para el próximo partido de la Champions League al que tenga que asistir. Hay que recordar que ha sido despedido por el club y que ahora suena para dirigir al Valencia.
El Real Madrid aportó todo tipo de pruebas para que la UEFA tomase una decisión al respecto y tras abrir expediente ha deliberado que Al-Khelaifi, actual presidente de la ECA, puede ir por los terrenos de juego amenazando de muerte sin ningún tipo de reparo. Este comportamiento favorable al PSG se une a otros ya sabidos como obviar las normas del fair-play financiero. El qatarí se siente intocable con la complicidad de Ceferin.