El Villarreal fue el ‘coco’ del Atlético (3-0)

El día comenzó con el Atlético evitando al PSG o City, los cocos en el sorteo de Champions – tocó el Bayer Leverkusen –, y  con Griezmann ocupando la tercera posición en el Balón de Oro. Sólo tenía que ganar ante el Villarreal para firmar un día prácticamente perfecto, pero los errores defensivos costaron caro a los de Simeone.

Se vio un encuentro que definía a la perfección la ambición de ambos conjuntos. Los dos equipos, con estilos tan diferentes, se enzarzaron en un choque repleto de idas y venidas, en el que los errores costaron caro al Atlético.

El Villarreal, que se tendrá que medir a la Roma en los dieciseisavos de final de a Europa League, lo intentaba con tiros lejanos. Pero batir a Oblak es una tarea harto complicada. Daba igual que fuera Pato o Soriano el que le pusiera a prueba, el esloveno respondía con su habitual seguridad bajo los palos. Y si no, estaba Savic. El montenegrino evitó sobre la línea lanzándose en plancha un balón que venía de un remate acrobático de Jonathan dos Santos.

Correa, que hoy sustituía a Carrasco, tenía la oportunidad de demostrarle al Cholo que es algo más que un revulsivo. El argentino disfrutó de una clara ocasión después de una asistencia de Gameiro. Asenjo repelió el balón a córner, que el Atlético utilizó para probar una jugada de pizarra que terminó con el balón estrellándose en el palo después del disparo de Koke.

Cadena de errores y lesiones

Cuando el Atlético ofrecía sus mejores minutos de juego, un error de Tiago le costó muy caro a los rojiblancos. El portugués daba un pase muy flojo hacia la defensa. Manu Trigueros aprovechó su gran momento para recoger ese balón dividido y cruzar su disparo donde Oblak no llegase. Los jugadores del Villarreal no habían empezado a celebrar el tanto, y ya Simeone hacía la primera sustitución. Saúl saltaba al verde para ocupar la posición del mediocentro luso, que se marchó tocado de la rodilla.

Los rojiblancos intentaron responder, pero el Submarino Amarillo volvió a golpear. Esta vez era Oblak el que erraba en un despeje tras un disparo de Pato. El esloveno no blocó el chut del carioca y el rechace lo recogía Dos Santos, que tras mandar el cuero a la madera, como si de una partida de pintball se tratase, volvió a caer en sus pies y esta vez empujó el balón al fondo de la red.

Oblak tuvo que abandonar el terreno de juego, no por su error, sino por lesión. El cancerbero internacional se dolía de su hombro, teniendo que entrar Moyá en su lugar. Se le ponía muy cuesta arriba el choque a los rojiblancos que habían quedado noqueados después de que el Villarreal aprovechase los dos errores.

El Atlético quería pero no podía

Tras la reanudación, pasaban los minutos y un Atlético lo intentaba con más corazón que con cabeza. Sobre el césped de El Madrigal se veía a un equipo espeso, que una y otra vez se estrellaba ante un muro amarillo o perdía el balón por imprecisiones.

Ni la entrada de Carrasco surgió efecto. El belga es uno de los futbolistas que está tirando del carro rojiblanco los últimos meses, pero la desesperación bloqueaba al equipo. Una vez más, mucha pasión, pero poca claridad. Mientras tanto, Fernando Torres tuvo que ver acabar el encuentro ante su víctima favorita desde el banquillo.

El Madrigal festejaba ya la victoria con los “olés” que se escuchaban desde la grada. Fran Escribá iba haciendo los cambios, mientras sus jugadores se llevaban la ovación de los espectadores. Cuando de repente, cantaron de nuevo gol después de que Soriano batiese a Moyá. El internacional por Italia cruzó su disparo y desató la locura de los groguets.

Pitido final y los futbolistas del Villarreal a celebrar, los del Atlético, directos a reflexionar. A los de Simeone se les escapa la liga y llevan tres encuentros consecutivos sin ver portería. Por delante, mucho trabajo para cambiar reconducir un campeonato en el que Real Sociedad, Sevilla y Villarreal le están comiendo la tostada.